El turismo de masas, la corrupción y las políticas urbanísticas sin control han transformado la provincia de Alicante física, geológica y socialmente. La reflexión sobre este cambio llevó al artista Juan F. Navarro a poner en marcha una convocatoria en la que tuvieran cabida interpretaciones de esta transformación bajo el lema Alicántropo. «Alicante es la ciudad que odiamos y amamos a partes iguales», asegura el creador y responsable de La Peluquería, local donde se encuentra su taller y también un espacio expositivo «clandestino» (para visitarlo hay que contactar por mail, instagram o facebook) abierto en 2017, donde se muestran ahora las propuestas seleccionadas.

Un total de 27 proyectos se presentaron al concurso y de ellos fueron 7 los elegidos para la exposición, que se puede ver hasta el sábado. Los artistas -cuatro de la provincia y tres de fuera- expresan cómo ven el cambio que ha experimentado Alicante y lo hacen a través de vídeo, fotografía, intervención en el espacio público, ilustración. «Es bastante multidisciplinar», afirma Navarro, autor del proyecto que dio origen a esta iniciativa. «Surgió a partir de un trabajo que realizaba sobre los contornos de la provincia y las fronteras geopolíticas».

Raquel Egea presenta su serie fotográfica Apocalíptico Benidorm, en la que se cuestiona si son los residentes o los visitantes quienes definen la identidad de esa ciudad. Pau Figueres realiza una mirada a los espacios turísticos transformados por el flujo de masas, mientras Albert Gironés se plantea la comunicación con seres de otros planetas poniendo luces de Navidad en el tejado de su casa.

Miguel Hache presenta una escultura interactiva que invita a construir y deconstruir los territorios. El colectivo Kikea exhibe una serie fotográfica sobre el turismo periférico y Manuel Velandia, el tríptico fotográfico Alicante: The busting bubble, que relaciona turismo de masas y destrucción del ecosistema. Completa la exposición la pieza del propio Navarro, Variaciones.

La continuidad del proyecto es una incógnita. «La Peluquería funciona de manera impredecible», apunta Juan F. Navarro.