Es difícil rodar cine negro en España y es difícil rodar en España a secas. Eso piensa el canario Elio Quiroga, director de La estrategia del pequinés, un thriller con la que se abrió ayer la sección oficial de largometrajes que compiten en el 16º Festival de Cine de Alicante.

«Es complicado hacer cine en España. Tuvimos muchos problemas, no solo de índole económico, pero nos caímos de cuatro ayudas del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y se ha rodado gracias al Cabildo de Gran Canaria, que nos dio una pequeña ayuda, y con un tercio del presupuesto previsto. La película ha costado 800.000 euros y el coste original eran 2,4 millones», explica el realizador canario, que añade que finalmente entró TVE y la televisión canaria, pero considera que «cada día es más difícil hacer cine independiente y poder levantar un proyecto».

La estrategia del pequinés es la adaptación al cine de una novela del también canario Alexis Ravelo. «Me pareció súper potente y pensé que los personajes tenían mucha vida» para llevarla al cine, indicó ayer el autor de Fotos, La hora fría o Nodo antes de presentar la nueva película. El canario ha tardado cinco años para sacarla adelante y la de Alicante es la primera selección en un festival antes de su estreno en cines el próximo 31 de mayo.

La cinta se enmarca en el cine negro y cuenta la historia de «un grupo de gente que toma la decisión de robar a un capo de la droga para dar ese golpe que cambie tu vida para siempre, tener un montón de pasta y largarte. Toman la decisión peor del mundo porque el tipo al que roban es muy peligroso», relata Quiroga, que presentó la película acompañado del actor Enrique Alcides ( Hospital Central, El Ministerio del Tiempo, Piedras)

Alcides da vida a Junior, un traficante que «tiene la brillante idea para dar este golpe de liar a otros personajes que, más que perdedores, me gusta llamarlos desubicados». El actor comparte protagonismo con Unax Ugalde, Kira Kiró y Jorge Bosch, además de otros grandes secundarios, a quienes les convenció el guion y un director que se sale del mainstream. «Yo leí la novela y me flipó, y Elio es un director muy interesante, así que blanco y en botella» resumió Alcides, convencido de que el público «va a empatizar con los personajes. La gente va a hacer una fechoría y estamos deseando que lo consigan».

Con toques de comedia hacia el final, la cinta también habla de corrupción política y policial de fondo. «Queríamos situarla en un contexto realista», aclara Quiroga.