Han pasado 107 años desde que el Titanic se convirtiera casi en leyenda. Más de un siglo después, sorprende el interés que sigue despertando el hundimiento de este transatlántico británico, una tragedia que terminó con la vida de más de 1.500 pasajeros. Como muestra, cerca de 85.000 personas han visitado en la ciudad portuguesa de Coimbra la exposición Titanic. The reconstruction, desde donde en nueve camiones ya ha llegado a la sala de la Lonja de Alicante, donde se podrá ver desde el 22 de mayo hasta el 10 de noviembre.

Esta muestra no pretende ser una exhibición de objetos que recuerden esta tragedia ocurrida en 1912. Son las historias que se vivieron a bordo las que invita a descubrir, a través de los testimonios de algunos de los supervivientes y, como eje fundamental, de una maqueta del barco -la más grande del mundo- de 12 metros de longitud, 4,5 de ancho y 3,9 de puntal, que deja ver todos los detalles del interior de la embarcación, gracias a 3.000 puntos de luz. También el coche del Titanic, un Brush Runabout de 1909 que nunca llegó a embarcar pese a que estaba previsto que fuera así, y cuyo propietario lo regaló a la Fundación Titanic; y el cuadro original El sueño del Titanic, del pintor santanderino Enrique Gran.

La entrada se hará por la sala pequeña, donde comenzará la historia de este suceso a través de un documental y una vitrina sobre la casa donde se gestó el barco, ya que era propiedad del dueño de los astilleros, y que ahora es la sede de la Embajada de España en el Reino Unido. El recorrido seguirá hasta la gran sala de este espacio a través de objetos, imágenes y documentos auténticos y reproducciones. «Aunque tenemos piezas originales yo no le doy demasiado valor a los objetos porque creo que deben ser herramientas para que nos permitan contar las historias que sucedieron a bordo», afirma Jesús Ferreiro, presidente de la Fundación Titanic y artífice de esta muestra que comenzó su andadura hace dos años.

El germen de la exposición nació en las entrevistas que Ferreiro realizó a 9 supervivientes del hundimiento en su programa Onda pesquera, por el que recibió el premio Ondas. Sobre todo, tras entablar amistad con Milvina Dean que tenía tan solo dos meses y medio, y que consiguió sobrevivir junto a su madre y su hermano. «Cuando hablé con ellos les pregunté qué es lo que no iban a olvidar nunca; yo pensaba que dirían que los gritos, pero no, fue el momento en que las 1.000 personas que estaban en el agua dejaron de gritar y hubo silencio».

En el transcurso de la muestra, cuya entrada oscila entre 7,5 y 12 euros, se realizará una retransmisión desde la cabina Marconi del Titanic, con Luis del Olmo y la princesa Elettra Marconi, quien figura en el cuadro de honor de la Fundación Titanic, junto a Barak Obama o la Reina de Inglaterra.

Lo que la gente quiere ver

La concejal de Cultura, María Dolores Padilla, se mostró muy satisfecha por traer esta muestra aunque ocupará la Lonja durante casi siete meses, lo que no permitirá programar en ese espacio. «Es lo que la gente quiere ver», aseguró y recordó que en 2016 esta sala tuvo 12 exposiciones con 37.000 visitantes; en 2017, 15 muestras con 45.600 visitas y el año pasado, hubo 11 exposiciones, incluida la multimedia de Van Gogh, con 91.691 visitas.

Además, añadió, «esta muestra va a batir récords, estamos seguros, y hay otros espacios para exposiciones; hemos abierto las puertas de la sala Taberna del Castillo de Santa Bárbara y en el MACA hemos subido el nivel».

La exposición seguirá por Italia, Francia y Reino Unido, y de allí partirá hasta Nueva York.