Ni atisbo de La Sirenita de Andersen, ni de la más famosa del cine, Daryl Hannah, ni de las de Piratas del Caribe. Por la derecha e izquierda, por aquí y de acá hasta más allá de Mordor, todo son cantos de sirena. Y es lo que toca hasta el día de las papeletas. Eso si, sin el poder de seducción que le atribuye la mitología a estos seres. Hasta que llega ella, que para nada tiene aspecto de sirena, tarareando con toque aflamencado la canción que todos tenemos en el baúl de los recuerdos. Hace 25 años fue número uno y se llevó muchos premios. Eso si eran Cantos de Sirena. La alicantina Inma Serrano acudió el viernes al último encuentro del club de opinión Ocean Race que preside Isidro Fernández. Anécdotas, vivencias y hasta una audición en petite comité con su último single: «Quiero una relación contigo», que en dos semanas presentará a los medios de comunicación. Consuelo, su madre, orgullosa de su hija, escuchaba atentamente. Después de vivir diez años en México, vuelve a la tierra que tanto ha echado de menos. «Como en casa, en ningún sitio. Echas en falta a las personas, a tus amigos, familia€» Mamá con 50 años, de un niño de dos, Juan Manuel. «Él ha marcado un antes y un después», comenta.
Y mientras Inma y su guitarra, de la que no se separa, hacía lo propio, cantar y contar historias bonitas, en el salón de actos del colegio Don Bosco, también, tarareaban, bailaban y se entregaban a su público los más de 50 chicos y chicas del Centro de Educación Especial Alinur. Y con un espectador de excepción, Antonio Resines, que vino ex profeso desde Madrid. «Quizá para él sea un fin de curso de un cole pero para nosotros es mucho más, llevan desde septiembre trabajando. Seguro que cuando lo vea cambia de opinión», comenta Nuria Coves, directora de Alinur. El actor es padrino de la Fundación que preside Leonor Martínez. Y así fue. El musical La Jungla de Alinur fue un vaivén de sentimientos: sonrisas y lágrimas. «¡Cojonudo!», decía Resines. Que se rio y emocionó como muchos de los presentes.
Allí estuvo el alcalde, Luis Barcala, que no pierde comba. El mismo que el día anterior, en la presentación del libro de Manuel Torrecillas, dijo: «Mi ojito derecho es Apsa». No tengo muy claro si es políticamente correcto pero esto es como todo, espero que no se lo diga a todos€ Se lo recuerdo. Y sale del paso. «El izquierdo es tan necesario como el derecho, mi ojo izquierdo es Alinur». Barcala, amigo de la familia Torrecillas acompañó al empresario en la presentación de su segundo libro a beneficio de la ong alicantina, un acto conducido por Anabel Rosas, de INFORMACIÓN TV.
La vinculación de Torrecillas con APSA le viene por su nuera, Adela Martínez, miembro del comité. «La familia desconocíamos esta faceta de escritor pero un día dijo que era la mejor forma de evadirse y emplear el tiempo». Perseverancia, amistad, valor, amor y familia son conceptos que están muy presentes en la novela que empuja a la reflexión. El empresario contó con el apoyo de su familia, su mujer Rosario Serna y sus hijos Ricardo, María y Manolo, y sus nietos. Un acto emotivo en el que también intervinieron el torero Manuel Caballero, Ángel Luis Prieto de Paula, catedrático de Literatura de la UA, y Carolina Miguelez, usuaria de APSA.
Entre los más de 300 asistentes, rostros conocidos de la sociedad alicantina como el empresario Perfecto Palacio y su esposa Berta Navarro; Manuel Peláez y su madre Carmen Robles; Juan Pérez-Hickman; Álvaro Beltrán; Cristobal López y María; Pere Brecha; Vicente Farach; Antonio Fernández y Mónica; Vicente Castelló, del Nou Manolin; Alfonso Ramón Borja y Telma Bonet; y Mario Flores, entre otros muchos.
