Toy Story 4 es una cinta que, con Woody y Buzz Lightyear al frente, supone un nuevo intento por alcanzar la máxima perfección en la que a animación digital se refiere.

En este sentido, Pixar ha dado a conocer más detalles de este filme que, ante todo, debe responder a un enorme interrogante: «¿Tiene sentido una cuarta entrega de esta saga, después del brillante, emotivo y prácticamente insuperable cierre de Toy Story 3 (2010)? «Esa es la madre de todas las preguntas», admitió el director del nuevo filme, Josh Cooley. «Nos encanta el final de Toy Story 3: termina la historia de Woody y Andy perfectamente. Nos dimos cuenta de que había más historia que contar para continuar con la historia de Woody. Una vez que comenzamos a seguir ese camino, encontramos algo que merecía ser contado», añadió.

Entre los adelantos que se han dado a conocer, uno de los más destacados es el regreso de Bo Peep, la pastora de porcelana que era el interés romántico de Woody y que ahora se ha convertido en una mujer independiente y muy segura de sí misma.

Además, Toy Story 4 presentará nuevos personajes como Forky, que apunta a ser uno de sus grandes protagonistas. Forky es un juguete construido de la nada por la niña Bonnie a partir de desechos como un tenedor-cuchara de plástico o plastilina. La sorpresa, casi digna de un debate existencialista, llega cuando este frágil y bobo artilugio toma conciencia de sí mismo y de su propia vida como un juguete más.

El productor Jonas Rivera explicó que Forky es un reflejo de lo imprevisibles e imaginativos que son los niños cuando, por ejemplo, «abren un juguete y se quedan jugando con la caja». «Pensamos que, si fueras un juguete, eso sería el peor insulto», bromeó.

Otra notable incorporación de Toy Story 4 es la de Gabby Gabby, una escalofriante muñeca que vive en una tienda de antigüedades y cuyos guardaespaldas son varios ventrílocuos de lo más siniestros.

Al margen de los nuevos personajes, el adelanto del filme llamó la atención por la extraordinaria perfección digital alcanzada por Pixar en comparación a la primera versión de 1995. «Era una película de 81 minutos. La producción más larga hasta entonces de Pixar duraba cinco minutos. En muchos aspectos, no sabíamos realmente lo que estábamos haciendo (...): nos metimos en la piscina y aprendimos a nadar sobre la marcha», recordó Bill Reeves, supervisor tecnológico y uno de los veteranos que ha trabajado en las cuatro cintas.