Profesor de Economía en la Universitat de València y ganador del último Premio Azorín de novela con La silueta del olvido. El dolor siempre deja huella, un thriller psicológico ambientado en València donde los personajes representan una auténtica galería de la sociedad actual.

P¿Era necesario el subtítulo?

R Intenta aclarar el tono de la novela porque la portada podría recordar a una novela victoriana.

P Si es un thriller.

R Con toques policiacos y de novela negra.

P Donde València queda bien retratada.

R No quería mostrar esa València tópica de la ciudad de la luz y las flores.

P ¿La subterránea?

R Tampoco. La más real e interesante. Es la ciudad donde vivo. Hay partes más sórdidas, pero otras más luminosas.

P ¿Antonio Valls está inspirado en el anestesista Maeso?

R No, se menciona en la novela pero ni conozco a Maeso ni tampoco el caso en profundidad, solo sé lo que salió en prensa.

P Pero todos los anestesistas son ricos.

R Hay de todo. Para las cuestiones médicas más técnicas de la novela me asesoró una buena amiga anestesista, y rica no es.

P Policias, médicos, periodistas en un thriller

R Intento llevar al lector en una montaña rusa emocional con los personajes de la novela y plantearles dilemas morales que hace que en un momento parezcan buenos y, en otros, menos buenos.

P Siempre con un toque del narrador.

R La voz narrador toma partido y de vez en cuando suelta sentencias que intento que le haga pensar al lector. Intento que el lector se entretenga, es fundamental, que le haga seguir girando las páginas pero haciendo pensar.

P ¿Qué le hace pasar el rubicón a la literatura de ficción con la primera novela La última confidencia de Hugo Mendoza

R Me pongo a escribir muy tarde, con 38 años. No había escrito nada, ni siquiera un diario. Por un momento personal determinado siento que necesito escribir, como una especie de terapia interna. Me noto muy cómodo. Las horas que escribo son las mejores del día, desconecto de todo y ahora no podría dejar de hacerlo. Cuando escribo La última confidencia no pienso en lectores, ni en nada.

P Ahora ya no puede escribir en secreto.

R Pero sigo disfrutando. Tengo la suerte que no vivo de esto y cuando deje de disfrutar dejaré de escribir.

P Descubrimos sus autores y series preferidas en los agradecimientos.

R Muchas veces no son las preferidas, pero todo lo que cito en los agradecimientos es porque de una manera u otra me han influido en esta novela.

P En ese cóctel me sorprende ver a Berto Romero.

R Me encanta su humor y me ha inspirado alguna cosa.

P ¿Muy de series?

R Me encantan las series y me han contaminado, en el buen sentido de la palabra.

P ¿Sobre todo para los diálogos?

R Para la trama también. Las series nos han sometido a estímulos potentes de enganche argumental y diálogos muy afilados, que me han influido mucho.

P Me ha sorprendido la utilización de un dron para recoger un rescate.

R Eso es un spoileer.

P Justo al final de la primera parte.

R Hay tres partes, y he intentado que al final de cada una el lector se lleve una sorpresa.

P Sin pasar de la primera parte, lo de dron nunca lo había visto.

R Son recursos que beben más del mundo audiovisual. Creo en la hibridación de géneros.

P ¿La novela es muy visual?

R La última confidencia también es de ese estilo.

P Los dos tienen una serie.

R Salir en una serie de mi novela me encantaría.

P ¿Para los personajes de los policias también ha tenido asesoramiento?

R Indirectamente. Otra persona a la que quiero mucho, que es juez, me ha hablado sobre el mundo de la investigación judicial. Hay varios policias de palos muy diferentes. Tenía mucho interés en que la protagonista fuera una mujer.

P ¿Por qué?

R Porque en un mundo tan masculino me gustaba que la protagonista tuviera un conflicto interno añadido a los que hay, ser mujer y triunfar en una cultura muy masculina.

P Como no soy nada gremialista, agradezco el cinismo del periodista en la novela.

R Es una profesión donde gente que quiere hacer bien su trabajo acaba trabajando como puede para sobrevivir.

P ¿Eso lo ve en la universidad?

R Soy profesor de Economía, y la gente que estudia eso no tiene ilusión de ser escritor. Yo veo una ilusión en mis estudiantes por hacer grandes cosas, admirablemente ingenua. Si tuviera que definir a mis estudiantes es que son gente muy ilusionada y fresca.