La Feria del Libro de Alicante se ha saldado con la visita de más de 10.000 personas, que han pasado por el nuevo recinto de Séneca -en el interior del edificio de la antigua estación de autobuses y en las carpas instaladas fuera- a lo largo de los once días de actividad, del 28 de marzo al 7 de abril.

Tanto la responsable de la programación de la feria, Marina Vicente, como la concejal de Cultura, Mª Dolores Padilla, destacaron que la afluencia de público ha superado las expectativas y se ha constatado, a su juicio, que el cambio de ubicación ha sido «adecuado».

«Para ser la primera vez que se celebraba en este sitio, que el público se tiene que acostumbrar aún, ha ido muy bien. Las críticas han sido muy buenas en general, de la gente, los autores, que estaban contentísimos, y los libreros también», apuntó Vicente, quien añadió que, a falta de contar con los datos concretos de ventas de las librerías pero con la opinión recabada ayer al término de la feria, estas «o se han mantenido como años anteriores o han sido superiores».

Vicente recordó que las más de doscientas actividades, entre firmas, presentaciones y talleres, así como la «programación potente» propuesta al público, con la presencia de una veintena de autores nacionales, «han atraído a la gente y han hecho que las actividades organizadas se hayan llenado, incluso con gente de pie, y eso significa que la cultura sí que interesa a la gente».

También añade que el hecho de que las casetas se instalaran en el interior «nos ha salvado un par de días de lluvia y viento, que de otro modo no habrían permitido las firmas de Juan Eslava Galán o de Espido Freire, por ejemplo» y agradeció el apoyo recibido del Ayuntamiento y la Diputación.

Mª Dolores Padilla, a su vez, considera que el balance desde el Ayuntamiento no puede ser más positivo: «Ha sido una feria excepcional. Al público le ha gustado mucho el sitio, las actividades y, aunque hay cosas que mejorar, a las librerías también», declaró tras destacar las buenas cifras de público durante once días de feria y apuntar que «todos los días las actividades estaban llenas».

Respecto a la elección del lugar, Padilla cree que estar bajo techo «es un plus», dado que «nos ha permitido hacer todas las actividades programadas». «Por nuestra parte, sí pensamos continuar en esta ubicación en el futuro -en ediciones anteriores se realizó en la avenida Federico Soto- aunque se puede hacer alguna mejora».

Entre estas mejoras, planteadas por los libreros, se encontrarían «dar más profundidad a las casetas, instalarles luz y aumentar el tamaño de la carpa infantil», indicó la edil, que apuntó que en el caso de que nuevas librerías se sumen el próximo año «el espacio se adecuará siempre».