La Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes está abocada a su desaparición, tras la salida de su patronato del Banco de Santander, anunciada para 2020. La falta de aportación por parte de los patronos -entre los que se encuentran la Fundación Botín, diversos ministerios, el Instituto Cervantes y la Fundación Sánchez Ruipérez- a raíz de la crisis dejó a este organismo, creado en 2000, en manos de la Universidad de Alicante y de la entidad financiera, que hace dos años dejó de considerarlo un proyecto «prioritario» y fue bajando la cantidad destinada a la fundación marcando como fecha definitiva de su salida el próximo año.

Esta decisión llevó a la Universidad de Alicante, donde se encuentra la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, a tomar la iniciativa para buscar nuevos patronos solventes y mantener de esa forma la entidad. Pero no ha sido posible y por cuestiones de viabilidad la UA aprobó ayer, con los votos en contra de los sindicatos CC OO y SEP, disolver la sociedad mercantil Taller Digital, creada en 2004 para dar soporte técnico a este centro, con el objetivo de garantizar los puestos de trabajo de las 25 personas que lo integran, incorporándoles como personal propio,y también la continuidad de la BVMC, dirigida por Jesús Pradells.

«Con esta medida, la universidad garantiza la continuidad de la Biblioteca Virtual y recupera el espíritu con el que nació», destacó el rector, Manuel Palomar, ya que cuando desaparezca la fundación, algo que ocurrirá presumiblemente a lo largo de este año al salirse los patronos que aportan capital, la UA recuperará todos los derechos de uso de la BVMC cedidos hasta ahora a la entidad presidida por Mario Vargas Llosa.

«Además de ser la medida más efectiva -apunta Palomar- es la menos gravosa para la universidad, para los trabajadores y para el proyecto», después de haber estudiado diferentes alternativas.

Desde el campus aseguran que el presupuesto que maneja la Fundación Biblioteca Virtual supera el millón de euros y que en el último ejercicio -para el actual se ha prorrogado el de 2018- el Santander aportó 650.000 euros, igual cantidad que la UA. Del montante desembolsado por la universidad, 350.000 se destinaban a la fundación y 300.000 a parte de los sueldos del Taller Digital, que ahora asumirá la institución académica.

Hasta 2004, los trabajadores pertenecían a la Universidad de Alicante y fue en ese año cuando se creó el Taller Digital. Para poder autofinanciarse, este centro realizaba trabajos externos. Pero en 2012 se decidió que no aceptara esos encargos y se dedicara solo a la Miguel de Cervantes, pasando a depender de la Fundación Biblioteca Virtual, que dirige Manuel Bravo. En este sentido, desde la UA aseguran que en realidad se va a volver «al proyecto inicial» y además se mantiene «el talento» que hace posible que la BVMC funcione, porque «sin esa gente, el proyecto no es posible».

La UA «no tiene capacidad económica» para sostener en solitario la fundación al retirarse el Santander, pero sí para mantener la Miguel de Cervantes. No obstante, el desvío de esa partida a sueldos de plantilla obligará a la universidad a solucionar un tema formal para trasladar el gasto a otro capítulo.

También se garantiza el funcionamiento de la Cátedra Vargas Llosa, que se puso en marcha en 2011 con la participación de numerosas universidades de diferentes países, incluida la de Alicante. Todas estas entidades académicas han manifestado su deseo de continuar.

La fundación presidida por Vargas Llosa tiene aún pendiente una reunión del patronato a lo largo de este año, momento en el que, según estiman desde el campus, se extinguirá por falta de presupuesto y también porque perderá el uso del patrimonio de la BVMC.

La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, fundada por la Universidad de Alicante, el Banco Santander y la Fundación Botín hace 20 años, ofrece alrededor de 600 portales dedicados a autores fundamentales del español, instituciones y núcleos temáticos, además de un fondo que supera los 225.000 registros bibliográficos. En 2017 sirvió más de 45 millones de páginas a más de 10 millones de visitantes únicos.

Los sindicatos, en contra de la decisión

CC OO, UGT, STEP y SEP emitieron ayer un comunicado en contra de la decisión de la UA. «No aceptamos la precipitacion a la hora de tomar una decisión de este calado. Entendemos que es la comunidad universitaria y no solo el equipo de gobierno quien deba reflexionar sobre la continuidad del proyecto y tomar la decisión pertinente». En este sentido proponen aplazar la decisión. «Aún quedan nueve meses antes de que el Santander abandone el barco. Pueden buscarse nuevos patronos para la FBVMC». Y en el caso de que no se encuentren, proponen como solución crear una fundación propia para incluir al personal del Taller Digital y continuar con la BVMC, o integrar a esos trabajadores en una unidad diferenciada de la Fundación General de la UA. «Integrar al personal del TDUA en la universidad perjudicará, en su opinión, a los 300 interinos que están pendientes de de la oferta de plazas en la UA.