El Gobierno ha puesto en marcha un proyecto dirigido a dar visibilidad a la gastronomía española de las comunidades autónomas en las comidas de Estado con mandatarios internacionales organizadas desde la Presidencia del Gobierno, que suelen celebrarse en dos o tres ocasiones al año. Un viaje por los sabores de España llevará al Palacio de La Moncloa a sus cocineros más importantes, para que mandatarios y personalidades internacionales puedan conocer la comida regional española.

El primero de estos menús lo elaborará la restauradora alicantina y chef del restaurante Monastrell María José San Román, este jueves, con motivo del almuerzo oficial ofrecido al presidente de la República del Perú en su visita a España. La protagonista será la cocina alicantina con un menú basado en productos de la zona y propios de la cocina mediterránea como aceite de oliva virgen, azafrán, arroces, pescados y mariscos, maridados con vinos de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Alicante.

San Román, galardonada con una estrella Michelin y dos soles Repsol, es conocida por el estudio de ingredientes españoles emblemáticos y por sus interesantes interpretaciones de la cocina española en sus restaurantes y en su panadería artesanal en Alicante.

Aceite de oliva virgen, el hilo conductor

Esta embajadora internacional de la cocina española es reconocida como máxima autoridad en el tema de ingredientes culinarios únicos de su país, que incluyen el azafrán, el aceite de oliva virgen extra, los arroces y las harinas de las especialidades de pan españolas.

Tras investigar los alimentos españoles, ha promovido en todo el mundo las exportaciones de productos agrícolas de gran importancia para España, como el aceite de oliva, el azafrán y el arroz. Trabaja en el maridaje entre alimentos y diferentes variedades de aceite de oliva para crear platos, desde el aperitivo hasta el postre, en los que el aceite es elemento esencial de cada uno de ellos.

Ha concebido un menú equilibrado, que juega con sabores y dispone al comensal para percibir los matices del Mediterráneo. El aperitivo se inicia con tres aceites de oliva monovarietales: arbequina, picual y hojiblanca, que se armonizarán con panes artesanales. A continuación unos entretenimientos alicantinos, con el intenso sabor de las huevas de mújol y almendra marcona, seguido de ibéricos en forma de tartar de salchichón y berenjena ahumada.

La parte central está compuesta por cigala de Santa Pola con un canelón de patata, en claro guiño a las papas peruanas, que dará paso al arroz, el plato central del universo gastronómico de la cocina mediterránea española. En este caso meloso, casi seco intencionadamente para el que se ha seleccionado una variedad de arroz bombita, pulido al 65%, un punto óptimo que le dan en el molino a petición suya. Así favorece su misión de ser un mero conductor del sabor y realzar la intensidad del atún, matizado por el azafrán.

Para finalizar, el postre sigue el hilo conductor del almuerzo, basado en el aceite de oliva, con una delicada crema de helado de hojiblanca, acompañada de miel con polen y unos suspiros alicantinos, turrones de almendra de Alicante y Xixona.