Todo empezó con la Pasión de Jesucristo en Pinoso y también con la pasión por el teatro. Eso es lo que unió a un grupo de jóvenes de esa localidad en 1979. Nacieron como Taules Teatro y así continúan 40 años después, como uno de los buques insignia del teatro amateur.

En estas cuatro décadas han puesto en escena un centenar de montajes y cerca de 1.500 representaciones, han recibido numerosos premios y, entre otras muchas cosas, han ido tres veces a México a participar en el Festival Internacional Revueltas del estado de Durango y representaron a España en la Olimpiada Teatral Internacional celebrada en Nueva Delhi en 1993.

«Gracias al teatro amateur en Pinoso hay afición y cantera», asegura José Antonio Pérez Fresco, cofundador de Taules junto a Belén Jara, Joaquín Ruiz, Victoria Muñoz y Javier Monzó. Menos este último, todos continúan en el grupo. «Por Taules habrán pasado cerca de 500 actores amateurs a lo largo de estos años, aunque también hemos echado mano de actores profesionales para algunos montajes concretos porque necesitábamos un nivel que no teníamos y les hemos pagado». Es el caso de Manuel Ochoa, Pascual Carbonell o Sonia Almarcha, «que empezó en nuestro grupo».

De hecho, la actriz recibirá uno de los premios de la Federación de Teatro Amateur, cuya asamblea anual se celebrará el 30 y 31 de marzo en Pinoso con motivo del aniversario de Taules. También premiará al técnico del Ayuntamiento de Alicante Ángel Casado, «que ha estado detrás de Alicante a Escena, que era la plataforma que tenía el teatro amateur para poder presentar con dignidad nuestras propuestas en el Principal».

Nada que ver con sus comienzos, cuando la compañía actuaba en el antiguo cine Odeón de Pinoso. Su primer montaje fue un vodevil, Una noche en su casa, señora, de Jean de Letraz. «Había una plataforma delante de la pantalla y ahí actuábamos, los ensayos los hacíamos en un local que nos dejaban y como nos juntábamos sábados por la tarde y domingos, que era cuando estábamos todos, pues coincidíamos con la salida de misa así que aprovechábamos para repartir unos panfletos para que vinieran a vernos». Sin embargo, ya no necesitan ese reclamo. «El teatro ahora siempre se nos llena y tenemos un gran respaldo de público porque gracias a ellos hemos podido aguantar tantos años».

Asegura Pérez Fresco que también se debe a que «siempre hemos hecho obras de calidad». Empezaron con piezas ligeras pero a los pocos años «quisimos evolucionar y entramos en los clásicos», como La fierecilla domada o El avaro, o como La puta enamorada, de Chema Cardeña, montajes que les han proporcionado numerosos premios de teatro. «En esta trayectoria también hemos contado con directores como Juan Luis Mira, Tomás Maestre o Andrés Vinaches».

A partir del año 2000 empezaron a recibir ayudas del Ayuntamiento de Pinoso y hoy son el grupo teatral residente del Teatro Auditorio de Pinoso, además de impartir un taller de teatro con cerca de 70 niños y jóvenes, y otro para personas mayores. «Considero que el teatro profesional tiene que representarse más, pero el amateur necesita competir en calidad; gracias al teatro amateur hay afición y cantera».

Ahora preparan un montaje con una recopilación de escenas de su trayectoria. Se estrenará en la asamblea de la Federación de Teatro Amateur.