Sin pelos en la lengua y tan crítica como siempre con el régimen cubano llegó ayer a Alicante la escritora cubana Zoe Valdés, quien lleva 28 años «de exilio» en París tras publicar La nada cotidiana, en 1995, su novela desgarrada sobre «la isla que quiso construir el paraíso» convertida en «una mentira» parecida a la de Venezuela.

La autora, invitada por la Universidad de Alicante, ofrece hoy una conferencia (a las 12 horas en el Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti) enmarcada en una asignatura sobre literatura escrita por mujeres. Ella, que se declara feminista «sin trauma», indicó tener una visión del «feminismo de toda la vida, del de Simone Veil, de mujeres que hicieron grande la causa feminista y no de la bobería esta del lenguaje, que hay que acabarlo todo con ''e''. Esas cosas son una ridiculez, una tontería. Hay causas más importantes que decir ''hije'' y no hija o hijo», declaró, tras considerar que ello obedece a «estar tanto tiempo comiendo mierda en las redes sociales, de vivir en el ombliguismo».

Valdés vio muchas semejanzas entre la crisis venezolana y cubana y pocas soluciones con vistas al futuro: «Lo que viven en Venezuela lo hemos vivido los cubanos desde hace mucho tiempo», manifestó, tras referirse a «la resistencia, a presos políticos, torturados» y añadir que hoy «seguimos estando muy solos los cubanos, el mundo no se hizo eco, no nos acompañó. Y esa ignorancia ha hecho que se extendiera a Nicaragua, que también vive momentos difíciles, Venezuela, Bolivia. Toda esa plaga se ha extendido desde Cuba hasta América Latina».

La autora afirmó que seguirá siendo crítica -«hasta que me muera», dijo- con la «dictadura de 60 años ya» de su país, para el que solo caben dos alternativas de futuro: «Que se vayan los Castro del poder, que se suiciden políticamente y se lancen al mar todos con una piedra en el cuello, o que haya una intervención militar como hubo con Noriega en Panamá, con este loco que hay ahora en Estados Unidos, este loco que tiene a veces bastante lucidez», en referencia a Donald Trump. En su defecto, destacó, hubo 30 años de invasión soviética «y ahí está Cuba, hecha literalmente mierda, como ahora está Venezuela».

«Maduro puede caer probablemente y no va a pasar nada en Cuba porque de Cuba nadie habla. No se habla porque el petróleo rinde más que el marabú, una hierba mala que es lo único que ha crecido en 60 años, que cuando crece hay que arrancar la isla de raíz, no la planta». Valdés, que ultima una novela sobre Fulgencio Batista, derrocado por la Revolución cubana, al que consideró «de tendencia socialista» y «el mejor presidente que ha tenido Cuba», añadió que «hay mucha mentira alrededor de su figura» por la imagen de dicatador «que vendió el castrismo al mundo».