El presidente de la Asociación de Empresarios Libreros y Papeleros de Alicante, José Antonio López Vizcaíno, busca ayudas entre diferentes instituciones, como la Generalitat o la Diputación Provincial, para que colaboren en la organización de la Feria del Libro de Alicante. En caso de no conseguir su apoyo, afirma que «no será posible llevarla a cabo».

López Vizcaíno ha confirmado que el Ayuntamiento de Alicante ha rebajado el presupuesto destinado a la feria, de los alrededor de 24.000 euros que se presupuestaron el año pasado a 6.000. «No podemos volver a un modelo en el que los libreros deben costear los 575 euros que vale instalar cada caseta», señalado. Los dos últimos años, la feria recibió ayudas municipales a instancias, primero, del concejal de Guanyar Daniel Simón, en 2017, y el año pasado de la edil socialista Gloria Vara. El cambio de Gobierno al frente del Ayuntamiento, que se produjo precisamente pocos días antes de la celebración de la feria de 2018, ha conllevado una modificación de la partida destinada a su organización.

Preguntada a este respecto, la concejal de Cultura, María Dolores Padilla, ha preferido «no comentar una negociación que todavía está en marcha». Sin embargo, al parecer, los motivos económicos no son los únicos que entran en liza. En este sentido, López Vizcaíno explica que en torno a la feria tuvo lugar una reunión con todas las partes implicadas el pasado mes de octubre, y en ella el consistorio comunicó que prefería montar las casetas «en el mes de marzo y en la Plaza de Séneca». En 2017 se celebró en julio y el año pasado, en abril, siempre en la Avenida de Federico Soto.

El cambio de fechas y de ubicación no fue del agrado del presidente de los libreros, puesto que «ninguna feria se monta antes del 23 de abril, que es cuando llegan las novedades editoriales, y Séneca no es una zona comercial y de paso como Soto», explica López Vizcaíno. Estas desavenencias desembocaron en un encuentro propiciado por el presidente de los libreros con el alcalde de Alicante, Luis Barcala, del PP, quien, tal como afirma López Vizcaíno, le encomendó todo el operativo. Y, desde ese momento, todas las librerías están a la expectativa, tanto las pertenecientes a la asociación, grandes superficies incluidas, como las que integran el Gremio de Libreros Independientes de las Comarcas Alicantinas o las independientes.

Aunque prefieren que no se cite su nombre, varias fuentes del sector han apuntado que se acomodarían al cambio de fecha y de ubicación, siempre que estuvieran acompañados de la correspondiente campaña de promoción en los medios de comunicación. Vicente Pina, presidente del Gremio, una escisión del grupo de librerías de la provincia de Alicante provocada por la disparidad de criterios con la asociación que preside López Vizcaíno, señala que antes de que se convocara la primera reunión ya había decidido «no asistir a la feria» con su librería, Códex, de Orihuela.

«Son demasiados gastos y una rentabilidad nula», sostiene. Sin embargo, desde su asociación desean «fomentar la feria en las mejores condiciones posibles». A su juicio, «debe estar abierta a todas las librerías, y con la participación de todas las instituciones posibles». Pina avanza también que por parte del Gremio solo están calibrando la posibilidad de acudir dos librerías, la alicantina 80 Mundos y la sanvicentera Libros 28.