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Mil y una

Con rizos, bigote y al natural

«Me gustaría terminar en Alicante», dice Víctor Ullate Roche. El madrileño prepara un importante proyecto con la bailarina alicantina Valerie Macia para el próximo verano

El bailarín Víctor Ullate Roche posa para el diario INFORMACIÓN. rafa arjones

Se recoloca las mangas. En una de sus muñecas, dos máscaras: una chisporroteante de alegría y la otra hundida en la más mísera tristeza. Puro teatro, pura vida. Un tatuaje que, cuidadosamente, tapa con maquillaje cuando hay función. Ahora, en el escenario es El jovencito Frankestein y durante dos horas y media intensas donde «canto, bailo y hago de todo, hasta un monstruo». Pero antes ha sido otros muchos. Cuerpo de bailarín, rizos casi perfectos y un bigotillo fino y bien definido. Perfilarlo le dará su trabajo, pienso mientras miro como lo acaricia. Dicen que el 2019 es el año en el que decimos adiós barba hipster, hola bigote. «No te sienta mal, ¿te lo dejarás?», le digo. Ríe. «No sé€ A mi mujer no le gusta mucho, me lo quitaré seguro», contesta. Ella le acompaña. No dice nada pero sonríe cómplice. Nuria Sánchez, cantante, actriz y co-directora del Proyecto Sing and Dance Escuela Víctor Ullate. Su infancia fue entre bambalinas, a la sombra de sus padres Víctor Ullate y Carmen Roche, dos grandes de la danza. «Recuerdo el olor a cuerda de los teatros, la magia de salir al escenario€ y esa sensación del público y los aplausos. Pero hasta los 14 años no quise bailar». Es un enamorado de Alicante y aquí tiene proyectos importantes con Valerie Macia, directora de International Dance School, como el próximo que planifican para el próximo verano donde la formación es el eje principal. Pero lo que pocos saben es que el bailarín tiene familia en Alicante. «Tengo a mi tía, hermana de mi padre, mis primos€ Ella es una pieza fundamental en mi vida, la quiero muchísimo», comenta. Así que siempre que viene aprovecha y visita a su querida tía Feli Ullate, terapeuta. «La conoce medio Alicante por su generosidad, ha ayudado a un montón de gente, es maravillosa», comenta Nuria. Ullate Roche se declara un enamorado de esta tierra: «Cada vez, disfruto más. ¡Me encanta! Lo hablo con mi mujer y siempre le digo que me gustaría terminar aquí. Me gusta la gente, el clima, el mar€ En Madrid, vivimos muy estresados y con mucha polución. Aquí, es otro ritmo, es una gozada», confiesa.

De su padre, tiene «la perseverancia, el afán de superación que no se puede acabar pero es un proceso duro porque siempre te estas juzgando. Pero luego encuentras el equilibrio y disfrutas». De su madre, no lo duda, «el sentido del humor, mi madre es muy divertida y graciosa».

Canta, baila, interpreta y, también, cocina. «Parece que no se le da nada mal a Ullate Roche», le digo. Ríe. «Sí, algo hay€ Pero lo tengo que pensar€ Pintar no pinto bien pero me gusta emplear mi tiempo libre en ello, me gusta crear€ Estoy en constante ebullición». Pero lo que de verdad le hace desconectar y relaja es su familia: «Cuando llego a casa necesito descansar, mi hijo hace que me abstraiga de mi trabajo pero por otro lado te activa porque es un niño de 7 años y hay que jugar con él», cuenta. También le ayuda su vicio seriéfilo, en streaming y como el de muchos españoles, Netflix: «Estoy enganchado a las series, cuando el niño duerme nos ponemos alguna».

El actor asegura que Alicante es una buena plaza para los musicales y espera que El jovencito Frankeisten aterrice, próximamente, en el Principal. Cercano, natural y un apasionado de su trabajo para el que «poner tus sentimientos al servicio de, poder expresarte con lo que te gusta, con la danza, teatro, canto€ ¡Es una maravilla!».

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