Fue secretaria y compañera de viaje de Juan Guardiola durante más de 40 años. Por eso conoce a la persona y al arquitecto. Y también por eso, María Dolores Berenguer sabe que depositar el legado de su marido en el AHP ha sido «quitarme una mochila de responsabilidad». Asegura que Guardiola, nombrado Mestre de Arquitectos de la Comunidad Valenciana por su trayectoria, «no tenía edificios favoritos, no se pronunciaba sobre eso» y que «estamos ya en los 50 años de alguno de sus proyectos y ahí están, ni uno solo ha sufrido un problema importante y eso que Alicante y Benidorm están llenos de sus obras».

Lo define como trabajador incansable, «a veces se dormía encima del tablero, no paraba de trabajar» y destaca que «hizo cosas muy novedosas en la ciudad». Además, fue «un hombre bueno, honesto como nadie he conocido en mi vida, profesional y personalmente; era un hombre culto, un arquitecto integral, que estudiaba desde la jardinería, al material, la estructura... tenía sabiduría para todo. De arte sabía de todas las épocas, estaba al día en las vanguardias, en todo lo que se hacía en todo el mundo. Juan Guardiola era cultura» .