Miembros del equipo de investigación del Museo Altamira y los responsables del proyecto Handpas han encontrado tres nuevas manos grabadas en las paredes de la cueva cántabra, que «casi con toda seguridad» se grabaron hace más de 20.000 años. Estas tres manos, que se suman a las seis que ya se conocían, se encuentran en un estado de conservación que dificulta su visibilidad, y fueron identificadas durante el transcurso de unas labores de documentación e inventario de figuras de la cavidad y, más tarde, sometidas a tratamiento digital en el marco de Handpas.