El actor alicantino Antonio Lafuente formó en Madrid, donde reside desde hace 15 años, la compañía Armónico Impar con la actriz italiana Giulia Varotto, pero el próximo verano trabajarán durante seis semanas en el Teatro Principal de Alicante para armar una obra con textos del escritor noveldense Gonzalo Fortea.

Armónico Impar ha sido la compañía ganadora de la II Residencia José Estruch de producción teatral, convocada por el teatro alicantino e inaugurada en 2017 con Criadero de Morsas, que puso en escena el pasado año Coriolano de Shakespeare.

Ahora, la compañía de Lafuente y Varotto disfrutará de un periodo de ensayo, investigación y creación para montar su proyecto, cuya dotación económica es de 8.000 ?, de los cuales 4.000 ? son en concepto de caché y los otros 4.000 ? como incentivo a la producción para su estreno absoluto en el mes de octubre, dentro de la temporada oficial del Teatro Principal.

Aunque la obra aún no tiene título, los próximos residentes en la sala Núria Espert del coliseo, han partido de un primer relato de Fortea, Historias para un hombre dormido, al que acompañan otros seis textos narrativos del autor, cuya especialidad era el relato breve, a los que Lafuente y Varotto vieron enseguida «una potencialidad teatral tremenda».

«Rescatamos siete textos, donde siempre hay un protagonista, para ofrecer un recorrido por la vida de un hombre que se enfrenta a sus miedos, deseos, inseguridades», explicaron ayer Lafuente y Varotto, atraídos también por la mezcla «de un mundo surrealista y a la vez real y cercano a la vida» en la escritura de Fortea, que se traduce en un «humor absurdo, de lenguaje muy directo y tintes kafkianos o pirandellianos».

Varotto añadió que «nos interesaba hacer un proyecto donde el trabajo de investigación tuviera bastante espacio», ya que esta es la primera vez que se hace una adaptación de varios textos unidos del alicantino. La compañía busca desarrollar un trabajo coral -el resto del equipo se decidirá mediante un casting - y encontrar el «espacio sonoro» de la obra, ya que creen que de los textos «se desprende música y otros estímulos que nos llamaron la atención para la puesta en escena».

Lafuente consideró «maravilloso» poder desarrollar la residencia artística en Alicante, «mi ciudad, algo que no había podido hacer jamás antes» y destacó que, para este proyecto, «no hay mejor lugar de exhibición que el Teatro Principal, donde Fortea ya estrenó en los años 80 una adaptación de un relato suyo».

A su juicio, Gonzalo Fortea (Novelda, 1929-Alicante, 2010), también cofundador de la Galería Italia, fue un hombre que «removió mucho la cultura en Alicante pero no trascendió mucho» y aclaró que llevar a las tablas sus relatos no obedece solo al interés de rescatar su obra, «sino que nace del puro interés artístico».

El director del Instituto Gil-Albert, José Ferrándiz Lozano, se alegró de que Fortea recupere protagonismo en 2019, en el 90 aniversario de su nacimiento, y destacó que, aunque su obra no fue muy extensa -reunió sus relatos en cuatro publicaciones- tuvo su máxima producción en los años 70 y practicó en ella el humor del absurdo. «Se prodigó poco, tuvo muy buena crítica pero poco público, a pesar de la gran calidad de sus obras», apuntó Ferrándiz, quien avanzó que en mayo el Gil-Albert prepara una mesa redonda sobre su figura y distribuirá una publicación con su obra.

El director del Teatro Principal, Paco Sanguino, consideró que este proyecto iniciado con el propio Estruch, José Antonio Peral y ahora con Fortea «recupera de forma natural esa franja histñorica en Alicante que no ha sido suficientemente valorada» y lanzó dos reivindicaciones: mayor apoyo económico para estas residencias, que solo se nutren del teatro, y un centro de tecnificación en la ciudad donde poder desarrollar una residencia de danza, dado que en el teatro no hay espacio.