Si 2017 fue un año redondo para Cristina de Middel -se alzó con el Premio Nacional de Fotografía y fue nominada para formar parte de la agencia Magnum-, el recién terminado 2018 no se ha quedado atrás. Tras fotografiar a los Nobel de la Paz, la Tate Modern, el museo nacional británico de arte moderno contemporáneo, adquirió a finales del pasado año tres de las series fotográficas de la profesional alicantina, cuyo nombre ya figura en los fondos de esta prestigiosa colección, formada por más de 70.000 piezas.

El museo londinense ha adquirido la serie entera de Afronautas, realizada en 2012, que dio un vuelco a su carrera profesional, además de la serie posterior Snap Fingers and Whistle, de 2013, y uno de sus primeros trabajos, Poly-Spam, del año 2009.

Fue Afronautas el proyecto que despertó el interés de la Tate Modern, que finalmente culminó el pasado mes de noviembre: «Todo el proceso de entrar en la colección de la Tate empezó casi a la vez que Afronautas salió a la superficie, porque me contactaron muy pronto, pero ha sido un camino muy largo que ha durado más de cuatro años», explica la fotógrafa alicantina, parte de cuyo trabajo ya se puede contemplar en la nómina de artistas de uno de los museos de arte contemporáneo más visitados del mundo.

«Ver que al final todo ha salido bien y que mi trabajo está incluído en una de las instituciones más prestigiosas que existen hace que todos estos años de negociaciones y papeleo hayan merecido la pena», apunta Cristina de Middel, consciente del respaldo internacional que esta adquisición confiere a su obra.

«No son muchas las colecciones españolas que han apostado por mi trabajo, así que esta validación, aunque venga del extranjero, tiene un significado muy especial para mí», añade la fotógrafa, cuya obra comprada podrá exponer la Tate Modern cuando y donde quiera, así como cederla a otros museos, dado que «esas copias son suyas y lo único que me tienen que preguntar antes es si afecta a la unidad del trabajo».

Afronautas Afronautas-del que la Generalitat compró 3 imágenes en 2018- fue el trabajo en el que De Middel recreó el intento del Gobierno zambiano de enviar a la luna a doce astronautas y doce gatos en los años 6o. A partir de documentación real, y con grandes dosis de imaginación, la alicantina reconstruyó este sueño africano con imágenes realizadas en el Monnegre, una fábrica abandonada de San Vicente del Raspeig o el Río Safari de Elche, entre otros puntos de la provincia.

Con este proyecto, que plasmó en un fotolibro autoeditado, ganó el Photo Folio Review en los Rencontres d'Arles y un puesto entre los cuatro finalistas del premio Deustche Börse, siendo la primera española en hacerse un hueco en este certamen.

En Snap Fingers and Whistle (Chasquea los dedos y silba), compuesta por 28 fotografías, De Middel busca en Manhattan la parte real de películas como West Side Story y produce su propia ciudad imaginaria.

Por último, en Poly-spam, la fotógrafa reconstruye en imágenes historias creadas a partir de correos basura que ella recibió durante un año en su buzón electrónico. Con la información contenida en los correos, la alicantina retrata a ocho seres imaginados en esta vida contemporánea.