Todos los caminos es un documental solidario que tiene como protagonistas al popular actor Dani Rovira y Paco, el padre de una niña afectada por una enfermedad rara e incurable denominada Síndrome de Rett, que recorren en bicicleta más de 1.500 kilómetros en bicicleta desde Barcelona a Roma. Una aventura dentro del género del «road-movie» en la que se unen otros compañeros como los alicantinos Germán Torres y Manuel Jerez Molina en un viaje que atraviesa España, Francia e Italia hasta finalizar en su causa social con un encuentro con el papa Francisco. Toda una aventura cargada de emoción, amistad, ternura y humor, que de algún modo les ha marcado para siempre. La cinta documental, dirigida por Paola García Costas, y con un tema musical compuesto por Antonio Orozco, se estrena el próximo viernes 11 de enero en los Cines Kinépolis de Alicante.

«Fueron 12 días de viaje que terminaron con la visita al papa, que fue increíble. Y todo surge cuando nos pidieron algún tipo de ayuda y, bueno, como de alguna manera necesitaban mecánico, pues allá nos fuimos. Y este fue mi cometido», comenta el alicantino Manuel Jerez Molina, de Ciclos Boyer, quien guarda con mucho cariño cada estampa, cada sentimiento de esta ruta de 1.500 kilómetros de Barcelona a Roma. «Nosotros acompañábamos en furgoneta a todo el equipo, en el que estaba Dani Rovira, el padre de la niña, Germán y otro compañero. Estuvimos con ellos todo el tiempo, desayunos, comidas y cenas. En cada parada. Yo no conocía para nada la enfermedad y, bueno, fue toda una experiencia», agrega el mecánico alicantino, con muchísima ilusión por disfrutar del documental. «Dani Rovira es un espectáculo de persona, es como se ve en la televisión y en las películas No se le ha subido la fama a la cabeza ni mucho menos. Nada de eso. Es un tipo cachondo e inteligente, muy inteligente, que siempre andaba leyendo o entre bromas con nosotros. Fueron muchas risas a su lado», agrega.

Pero más allá del componente solidario, como deja entrever el tráiler de la cinta, se produjo un peligroso atropello del que no conoceremos más detalles hasta el día del estreno del documental. Y a ello cabe sumar el esfuerzo de una media de 100 kilómetros diarios, de las condiciones meteorológicas adversas, en un reto deportivo de gran dureza.

«Dani Rovira está muy fuerte, pero sí es cierto que el padre de la niña sí tuvo más problemas físicos», comenta Manuel Jerez, quien terminó por tatuarse en el tobillo un pequeño símbolo sobre este viaje solidario.

Sin duda, y como indica el documental, esta es también «una defensa de la infancia», que es el motor de la causa, pues en paralelo al reto deportivo transcurre un viaje por la existencia de la bella Martina, la hija de Paco y niña afectada por el Síndrome Rett, una enfermedad rara que en la actualidad no tiene cura y donde la investigación es su única esperanza.