El oriolano Luis Damián Moreno es la estrella de Douyin, una red social de vídeos cortos en China en la que cuenta con nada menos que cuatro millones de seguidores y otros trabajos que, virales, han superado los 50 millones de reproducciones. De hecho, a Luis Damián Moreno le reconocen por la calle, le solicitan fotos, intercambia impresiones con sus fans e, incluso, es invitado habitualmente a programas de la televisión nacional china. Así, de Orihuela a rey del vídeo en China, Luis Damián todavía no se cree esta fama que ha alcanzado cuando sigue inmerso en su trabajo como investigador en el campo de la traducción audiovisual en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing camino de la culminación de su tesis doctoral.
«Empecé hace unos ocho meses cuando unas chicas que trabajaban en Radio Internacional de China grabaron un reportaje sobre mi vida en China y me enseñaron por casualidad la aplicación de Douyin. Me dijeron que era una plataforma de vídeos cortos que estaba teniendo mucho éxito últimamente y que ellas mandaban vídeos también. Además, fueron súper amables de enseñarme cómo usarlo y al terminar nuestra entrevista ya había grabado mi primer Douyin (o TikTok como se conoce en España) con ellas. A partir de ahí pensé en qué contenido sería interesante para el público chino y en qué aspectos podría destacar yo», señala Luis Damián Moreno, quien agrega que «siempre me ha gustado la música, los idiomas y la cultura, así que decidí cantar canciones chinas y enseñar español, hasta que un día un vídeo donde salía enseñando cómo cantar una parte de la canción 'Despacito' se hizo viral. A partir de ahí empecé a tomármelo más en serio, intentando mandar vídeos regularmente. También empecé a cambiar las letras de varias canciones chinas basándome en mi conocimiento de la cultura china lo que causó el despegue de mi cuenta».
Luis Damián Moreno, que investiga en concreto la traducción amateur de series de televisión de China al español realizada por fans, afirma que la clave de su éxito en Douyin ha sido la combinación de ambas culturas, la china y la española, con una confección que también alía la originalidad y creatividad sin caer en tópicos y clichés.
«El humor como tal es universal, pero el humor chino tiene características propias. El humor chino juega con los cambios, con lo inesperado, con lo imaginado. No verás un chiste estilo 'Chin-lu, chin-agua y chin-gas', por lo que es menos obvio e indirecto que, por ejemplo, el español. Además, está muy relacionado con la vida cotidiana que ocurre en China o lo que está pasando actualmente aquí, por lo que hay que estar siempre al día», confiesa el traductor oriolano, que cuenta con visualizaciones masivas que le han convertido en un fenómeno viral en China con hasta 50 millones de reproducciones.
«El vídeo más famoso que tengo trata sobre el 'latiao', un snack picante y dulce chino con un sabor muy potente, con 50 millones de visualizaciones y dos millones trescientos mil me gusta. Las ideas suelen venir de situaciones de la vida cotidiana. Cuando regresé a España en verano llevé esta comida para que la probara mi familia. Tras ver que fue un éxito decidí cambiar la letra de una canción china muy popular por una que incluyera características de mi snack favorito en tono de humor», comenta el oriolano, quien admite por otro lado que, lo mejor de su éxito en la red Douyin, son los elogios que recibe.
«Lo que más me gusta es todo el apoyo que recibes de la gente, todos los comentarios positivos que son el 99,9%. Son muy curiosos sobre las demás culturas y te preguntan por tus costumbres. Siempre se sorprenden al ver cómo hablo chino y dicen que ya soy medio chino. Otros me preguntan por España (dónde estudiar, a qué sitios ir de turismo) o por el español (cómo aprender a pronunciar la r, cómo hablar al nivel que yo hablo en chino)», indica Luis Damián Moreno, fascinado por todo cuanto le ha ofrecido China.
«China tiene alrededor de 800 millones de usuarios de internet y está muy desarrollada en el ámbito de las aplicaciones móviles. Cuenta con sus propios sistemas de pago con móvil como Wechat o Alipay (ya casi no llevo billetes), sus propios navegadores web como Baidu, aplicaciones para bicis compartidas, aplicaciones para usar el metro y el autobús, aplicaciones de vídeos, de música, entre muchas otras», apunta el investigador oriolano sobre las alternativas que presenta el gigante asiático en la red de redes, las propias de un país que marcha a toda velocidad. «Lo que más me fascina es la velocidad a la que avanza China, la comodidad de vivir aquí (transporte y comida muy asequible, seguridad por la noche) y las posibilidades de estudio y trabajo que existen aquí. En mi caso y en el de muchos de mis amigos españoles, hemos podido venir a China con becas para estudiar chino y luego muchos han podido encontrar trabajo aquí como profesores, traductores, periodistas, etc.», añade.
¿Y cambiaría Luis Damián la gastronomía española por la china? «Son dos mundos diferentes. Jamás cambiaría la comida española porque tengo muy buenos recuerdos relacionados con ella (los guisos de mis dos abuelas y la paella de mi madre), pero he de admitir que la gastronomía china es mucho más variada en cuanto a sabores e ingredientes. Al llegar a China me encontré con mucha más variedad de frutas y verduras que no había visto en mi vida, además de muchas especias y comida muy picante de algunas zonas (soy un amante del picante)», indica Luis Damián Moreno.
Eso sí, sobre el futuro, el oriolano tiene decidido dedicarse a la investigación y a la universidad al tiempo que simultanea su gestión en vídeos. «Mi sueño sería llegar a ser un puente cultural entre España y China y poder estrechar las relaciones entre ambos países», reflexiona Luis Damián, que está todo lo conectado que puede con su familia: «Mis padres viven asombrados y felices todo lo que me está pasando. Y a mi hermana le parece increíble lo bien que me adapto, pero se queja de no poder seguir mis pasos más de cerca, y que me espera en verano para grabar más Douyins», concluye.
