Como la Torre Eiffel de París o el Empire State de Nueva York. A partir de ahora, el Castillo de Santa Bárbara de Alicante también se podrá iluminar de diferentes colores para sumarse, en determinadas noches, a causas señaladas. Por ejemplo, la fortaleza alicantina podrá «vestirse» de morado en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o, por ejemplo, de rosa con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama. Además podrá lucir los colores de Alicante (blanco y azul) en Hogueras o iluminarse de rojo y amarillo cada 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional de España. Y cada 9 d'Octubre podrá presumir con los colores de la «senyera».

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Esta novedad en el monumento más representativo de la ciudad de Alicante se deriva del cambio del sistema de iluminación ornamental, incluido en un proyecto cofinanciado por Europa para rehabilitar el entorno de los dos castillos (Santa Bárbara y San Fernando). El proyecto, que se impulsó durante la etapa del tripartito y que se pone en marcha con el PP al frente del gobierno municipal de Alicante, ha contado con una inversión de unos 380.000 euros, aunque el coste se amortizará en apenas siete años. Y es que el cambio de la iluminación del Castillo persigue, como objetivo principal, mejorar la eficiencia energética a partir de la tecnología LED. Esta apuesta supondrá, según la Concejalía de Medio Ambiente, que el Ayuntamiento ahorre 50.000 euros al año en iluminar el emblemático Castillo de Santa Bárbara, que la mayoría de las noches lucirá su habitual tonalidad blanca.

Estos días, cuando cae el sol, los alicantinos pueden observar las pruebas de la nueva iluminación con constantes cambios de color en la fortaleza, que están llevando a cabo unos técnicos municipales que esperan tener listo el sistema antes de que acabe este año. «La instalación del programa tiene un protocolo que tardará en configurarse entre una y dos semanas. El programa va haciendo pruebas hasta que encuentra la optimización en el funcionamiento, en cuanto al color, la intensidad...», explicaron ayer desde la Concejalía de Medio Ambiente, dirigida por el popular Israel Cortés, quien señaló que el nuevo sistema supone un nuevo aliciente para, tal vez, el atractivo alicantino más fotografiado por los turistas. «Vamos a poner en valor nuestro principal monumento histórico con una nueva iluminación que le permitirá lucir como enseña de nuestra ciudad y, especialmente, se convertirá con los colores en la expresión de Alicante en días y momentos importantes, al igual que ocurre en las grandes ciudades del mundo, como por ejemplo de París con la Torre Eiffel, Nueva York con el Empire State», asegura el concejal.

Los cambios de colores sobre la fortaleza se realizarán por control remoto, lo que permitirá que sean inmediatos. Hasta ahora, para «colorear» el Castillo era necesario colocar filtros en cada uno de los 248 proyectores de sodio de alta presión que han sido cambiados con la iniciativa cofinanciada con fondos europeos dentro del programa Edusi. Esta novedad también ampliará la vida útil, ya que los anteriores duraban poco unos tres años, mientras que los nuevos se prevé que estén en marcha hasta diez años.

Las pruebas de la iluminación de estos últimos días no están gustando por igual a todos los alicantinos. En redes sociales ya se pueden leer críticas por la amplia variedad cromática. A algunos, dicen, les recuerda a un prostíbulo y, a otros, como la edil María José Espuch (Compromís), a un casino.