Entre el quejido de un enfermo en la UCI y el sonido brillante de un instrumento excepcional hay una distancia de 366.000 euros. Esa es la cantidad en la que se cifra la restauración integral del órgano de la Concatedral de San Nicolás de Alicante, que asumirá la Diputación, tal como anunció ayer el presidente de la institución provincial durante su vista al fondo patrimonial del templo.

La recuperación de este instrumento, que lleva varios años en espera, implica la preservación de un objeto histórico, que cuenta con la caja de órgano más antigua de la Comunidad Valenciana, una pieza renacentista de finales del siglo XVI, y entre las cinco de toda España. «Vamos a restaurar el órgano y va a volver a ser lo que fue, con plena actividad», destacó Sánchez, que no descartó que pueda tener uso «no solo en actos religiosos», sino «un uso más amplio», en referencia a la posibilidad de que pueda incluir ciclos propios de la Diputación.

La restauración del órgano cuenta ya con un proyecto, realizado por el experto organero Frédéric Desmottes en el verano de 2017, ante el estado lamentable del instrumento. En él se fijaba un periodo de ejecución de unos 20 meses, aunque el párroco de la Concatedral rebajó a unos quince, para que, tal como apuntó el presidente provincial, pueda estar finalizado coincidiendo con el 60 aniversario de la declaración de San Nicolás como concatedral en 1959. «Este templo -manifestó Sánchez- es un icono para la ciudad y la provincia porque atrae a muchos turistas y vamos a afrontar la restauración, con el apoyo del Ayuntamiento de Alicante».

Egío calcula que para la primavera de 2020, «todavía dentro de ese aniversario», pueda volver a sonar este instrumento, cuya situación calificó Desmottes como la de un enfermo en la UCI.

«El órgano se encuentra en un estado lamentable, casi inservible, después de haber sufrido tantas intervenciones. Tocarlo para interpretar una pieza del repertorio o para el acompañamiento del culto resulta un acto de gran heroísmo», recoge el organero en el proyecto, que asegura que los mecanismos se encuentran «completamente» desajustados.

Egío destacó que se trata de realizar una restauración «a fondo», que incluye la recuperación integral de la caja que es la parte «más histórica, porque ha sufrido los embates de la historia, los franceses, los ingleses, la Guerra Civil... es conocido que durante esta guerra los niños iban con los pitos del órgano de San Nicolás por las calles haciendo música».

Reconstruir las piezas desaparecidas, restaurar las que se salvaron de la destrucción y recomponer el instrumento capaz de servir dignamente a la música son los principios que se persiguen con este ambicioso proyecto. Y después de ese proceso, volverá a sonar de una manera digna. «Ha tenido altas y bajas, sobre todo, con motivo de La Luz de las Imágenes cuando hubo que desmontar todo porque estaba cediendo. A partir de entonces -eso ocurrió en 2006- dejó de sonar, con intervenciones posteriores más o menos acertadas».

Esplendor musical

Hace un par de años, el organista Francis Chapelet se convirtió en auténtico revulsivo en la lucha para que este valioso instrumento pueda recuperar su esplendor musical. Hasta el punto que volvió en abril de este año para ofrecer un recital a cuatro manos con Uriel Valadeau. Entonces pudo funcionar «con la reposición de lo que había antes de la Luz de las Imágenes, pero se trata de un material muy malo, con unos registros muy deteriorados», destaca Ramón Egío.

Entre ellos, tubos de zinc, tubos industriales de muy mala calidad, conductos de aire de plástico con macarrón de electricista, conductos de aire de cartón, piezas de contrachapado y de aglomerados «que carecen por completo de valor patrimonial».

«En Alicante no tenemos en estos momentos un órgano que sea capaz de interpretar todo tipo de música y lo que pretendemos es que no solo sea una labor litúrgica la que tena sino que pueda ofrecer una oferta cultural de conciertos de órgano para la ciudad», afirmó el párroco de la concatedral.

De hecho, aseguró que el organista de la Basílica de Santa María de Elche, Javier Gonzálvez, lleva organistas de diferentes partes del mundo y «siempre me dice que le preguntan si pueden dar un concierto en Alicante; le digo que de momento no, pero que podrán».

El presidente de la Diputación Provincial visitó la Concatedral de San Nicolás acompañado por el vicepresidente y diputado de Cultura, César Augusto Sánchez, y la concejal de Cultura del ayuntamiento de Alicante, María Dolores Padilla.