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Sandra Sabatés: «Es el momento de tener una presidenta de Gobierno»

Sabatés recupera en Pelea como una chica a mujeres que cambiaron la historia de España

Sandra Sabatés: «Es el momento de tener una presidenta de Gobierno»

P ¿Cuando sintió que tenía la necesidad de releer el pasado con gafas violetas?

R El libro nace de la curiosidad y la inquietud por conocer la lucha de mujeres valientes españolas que contribuyeron a la conquista de los derechos y libertades de las mujeres. Buceé en la historia, vi que muchas no estaban y que nos faltaban referentes, así que pensé en recuperar la voz y la lucha de esas valientes que, desde finales del siglo XIX hasta ahora, lucharon y dieron grandes pasos hacia la igualdad. Por culpa de la dictadura franquista, la historia de nuestro país ha silenciado y se ha olvidado de muchas de ellas, en parte, porque la historia franquista ha sido escrita por hombres y lo que nos llega es una visión sesgada de la realidad. Mi intención era incorporar a estas mujeres a nuestra historia porque gracias a ellas nuestra sociedad ha avanzado y madurado como tal.

P Porque la capacidad ahí estaba, el problema era la falta de oportunidades.

R Las corrientes antifeministas de la época hacían ver que las mujeres éramos inferiores y que no teníamos las mismas capacidades, pero eso no era cierto, ya que lo que faltaban eran oportunidades. Si a una mujer le dabas la oportunidad de estudiar e ir a la Universidad podía demostrar exactamente lo mismo que un hombre, pero eso no se concebía como tal. Cuando Concepción Arenal se plantea ir a la Universidad para estudiar Derecho es cuando se da cuenta de que la Universidad no está pensada para las mujeres ya que, hasta 1910, no se oficializó la incorporación de la mujer a la Universidad. A ella, como quería estudiar, no le quedó otra que vestirse de hombre. Al final es una cuestión de oportunidades. Si piensas que la mujer debe estar en casa y se tiene que encargar del marido, de los hijos y de las labores domésticas, pues la metes en una jaula.

P ¿Por qué cree que cuesta tanto visibilizar los éxitos de las mujeres?

R Muchas mujeres iniciaron luchas que, a día de hoy, continuan vigentes. Nos quedan muchos retos por delante y la igualdad queda lejos. Se han dado pasos importantes pero necesitamos un cambio en la educación. Hay que reeducarse y despojarse de ciertos comportamientos machistas porque, hasta que esto no ocurra, no se educará a las nuevas generaciones en igualdad. Nuestra generación tenemos que reeducarnos para poder educar en igualdad.

P No tiene la sensación de que por cada dos pasos adelante damos uno hacia atrás.

R Avanzamos, pero no como se debería avanzar. Mira lo que está ocurriendo en el caso de la violencia de género, todo es fragante. No pueden seguir muriendo tantas mujeres a manos de sus parejas. Hay que hacer un doble esfuerzo y ponernos las pilas ya. Es urgente. Otro tema es el de la prostitución o el de la trata porque demuestra que, en pleno siglo XXI, hay esclavas. En una sociedad democrática como la nuestra no puede seguir habiendo esclavas y esto es una lacra a combatir.

P ¿Qué le ha llevado a elegir a estas mujeres y no a otras?

R He seleccionado a 31 pero había muchísimas. Tenía que hacer una criba y me decanté por mujeres españolas que lucharon por conquistar la igualdad y traté de que fueran diferentes entre ellas porque desde sus diferentes concepciones se puede entender todo mejor. Así, además, se demuestra que la lucha es transversal y que nos afecta a todas independientemente de la ideología, posición social o economía.

P De las seleccionadas, ¿quién es la gran desconocida?

R Hay muchas. Quizás Mercedes Formica porque fue del partido de Primo de Rivera y al mismo tiempo feminista y luchó por cambiar el Código Civil en plena dictadura y lo consiguió.

P ¿Se ha pasado muchas horas en la hemeroteca?

R Muchísimas, pero ha sido un ejercicio muy gratificante. Solo ha pasado un año desde que hablé con Planeta. La labor de investigación ha sido bárbara porque partí de una falta total de conocimiento. Investigué y analicé una por una y una mujer me llevó a otra y así sucesivamente. Para mí ha sido un ejercicio de aprendizaje porque he recuperado voces de mujeres silenciadas.

P ¿Ha llegado el momento de alzar la voz y pasar de las palabra a los hechos

R Siempre es el momento. Este año han coincidido en el tiempo acontecimientos que han hecho que se hable más de la mujer y que se marque un punto de inflexión en el feminismo. Ya estamos hartas de ver las desigualdades y de que se nos arrastre por el hecho de ser mujer. Ya. Ahora alzamos la voz en el caso de las agresiones sexuales, empatizamos con el movimiento «Me Too», nos movilizamos en las redes, la gente conocida habla... Hasta ahora, nosotras mismas nos silenciábamos. La manifestación del 8 de marzo fue histórica y fue el ejemplo de la voluntad de las mujeres de decir que, juntas, vamos a por todas y que ahora ya no hay quien nos pare.

P ¿Tener presidenta del Gobierno ayudaría a acelerar el cambio?

R Lo necesitamos. Es el momento de tener una presidenta del Gobierno y confío en que eso lo veamos pronto.

P ¿Es utópico pensar que en algún momento se acabará con el machismo?

R Quiero pensar que lo conseguiremos aunque no va a ser una tarea fácil. Debemos pensar que lo lograremos. Nuestras antepasadas fueron muy perseverantes y conquistaron muchos derechos y libertades. Creo que sería importantísimo incorporar a nuestra lucha a los hombres. Los necesitamos. Tenemos que cambiar la mentalidad de la sociedad y eso no se cambia de un año a otro, aquí deben comprometerse todas las estructuras de la sociedad.

P De todas las mujeres a las que menciona, ¿a quién se siente más cercana?

R Quizás, y por mi profesión, a María Luz Morales, que fue la primera directora de una cabecera nacional, y a Carmen de Burgos, que fue la primera periodista profesional y no lo tuvo nada fácil por el periodismo comprometido que practicaba.

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