«Siento una profunda emoción al contemplar que el sueño compartido con mi esposa Arantza es hoy realidad». Con estas palabras inició su intervención anoche el presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, en la gala de conmemoración del 40 aniversario del grupo de comunicación creado junto a su esposa y vicepresidenta Arantza Sarasola en 1978. El acto, celebrado en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, pone el broche de oro a un año de celebraciones por las provincias de España donde están presentes las cabeceras del grupo, tal como destacó Javier Moll, visiblemente emocionado, ante las más de 360 personalidades del mundo de la política, la economía y la sociedad española que arroparon la celebración con su presencia.

Los ministros Fernando Grande Marlaska, José Luis Ábalos, María Luisa Carcedo y María Jesús Montero; los presidentes de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y de Canarias, Fernando Clavijo; el presidente del PP, Pablo Casado, y el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, entre otros, asistieron a un acto en el que Javier Moll quiso agradecer a su familia, a los consejeros y trabajadores de Prensa Ibérica y a los lectores «todo lo que me han dado en estos 40 años». «Son ellos -indicó en alusión a las 2.000 personas que trabajan en Prensa Ibérica- los que en el 40 aniversario merecen todo el reconocimiento y, personalmente, mi sincera gratitud».

«Hablarles de Prensa Ibérica es hablarles de mi vida, de mis amigos, de mi familia, de Arantza... y de todos mis hijos, que han vivido la empresa dede pequeños y que tanto se han implicado en ella», prosiguió. De los lectores recordó que «son los protagonistas hoy y siempre», y por ellos «hoy celebramos 40 años de información libre y plural... 40 años de defensa de los principios democráticos, de contribución al debate de las ideas, de difusión del conocimiento y de compromiso con el progreso de la sociedad».

Redefinición

Sobre el futuro de Prensa Ibérica, Javier Moll afirmó que «la eclosión digital ha llevado a una redefinición de los medios de comunicación. En muchos casos nos hemos transformado en grupos multimedia capaces de llevar los contenidos a diversos medios, soportes y formatos», un cambio que definió como una «oportunidad nueva para el sector que hemos emprendido con entusiasmo» y que «miramos con optimismo».

El presidente de Prensa Ibérica aprovechó su intervención para recordar la coincidencia entre el nacimiento del grupo de comunicación y el de la Constitución y expresó su deseo de que los políticos «sean capaces de lograr el acuerdo necesario que sirva para fortalecer y garantizar un largo periodo de convivencia y estabilidad».

Para finalizar su intervención, Javier Moll aludió a consejeros y altos directivos de Prensa Ibérica, que «son la brújula en la que a cada paso confiamos Arantza y yo. Su visión de la realidad, su profundo conocimiento de la profesión, su espíritu crítico y su fidelidad han sido siempre, para nosotros, de vital importancia». Personas que, dijo, «simbolizan el esfuerzo colectivo de todos nuestros trabajadores y colaboradores por engrandecer el nombre de Prensa Ibérica».

Javier Moll quiso finalizar su intervención leyendo el poema de Marido Benedetti «La gente que me gusta», culminando así un emotivo discurso que arrancó los aplausos de los asistentes a un acto que había empezado una hora antes en el acceso de la Real Fábrica de Tapices de Madrid con el recibimiento a los asistentes por parte del propio Javier Moll, de su esposa y vicepresidenta de Prensa Ibérica, Arantza Sarasola, y del consejero delegado del grupo, Aitor Moll.

Recorrido histórico

Tras la recepción, las principales autoridades visitaron la exposición «España y Prensa Ibérica, 40 años de historia democrática. 1978-2018» en los jardines de la Real Fábrica de Tapices. La muestra ofrece varios paneles sobre Prensa Ibérica y repasa las últimas cuatro décadas a través de medio centenar de reproducciones gigantes con portadas de los periódicos integrados en el grupo, desde la aprobación de la Constitución, pasando por los acontecimientos más relevantes de estos años, desde la caída del Muro de Berlín al ataque terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York o la estación de Atocha en Madrid, y los sucesivos gobiernos que han pasado por la Moncloa, la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, la victoria de España en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, o el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. Aunque en estas portadas se reflejan acontecimientos nacionales e internacionales por su relevancia, lo que caracteriza a Prensa Ibérica es su cercanía al día a día de los lectores, telespectadores y oyentes con la información local como principal referente.

Tras la visita a la exposición, la conmemoración se trasladó a la sala Goya, donde, tras la proyección de dos vídeos sobre Prensa Ibérica y la intervención de Javier Moll, tomó la palabra el ministro de Fomento, José Luis Ábalos.

Para finalizar el acto se ofreció una actuación musical del Dúo Cassadó, compuesto por Damian Martínez Marco y Marta Moll de Alba, que interpretó «La rapsodia del sur», tras la que tuvo lugar la cena para los asistentes repartidos en 26 mesas designadas cada una de ellas con el nombre de las cabeceras de Prensa Ibérica y colocadas en orden de adquisición de los periódicos del grupo de comunicación.

Fue en 1978, hace 40 años, cuando Javier Moll, un joven abogado enamorado del periodismo, emprendió su aventura editora junto a su esposa y socia, Arantza Sarasola, con la adquisición de Prensa Canaria como germen de uno de los grupos más importantes de prensa regional en España, con presencia actualmente en nueve comunidades autónomas y con 17 cabeceras adquiridas o fundadas por Prensa Ibérica repartidas por todo el territorio español. Dedicada inicialmente a la edición de periódicos, Prensa Ibérica se ha convertido con los años en un grupo multimedia gracias a su expansión en internet, fundamentalmente a través de las ediciones digitales de sus diarios, y también con sus emisoras locales de televisión y radio.