Veinticinco obras de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza se pueden no ya sólo admirar con la vista sino disfrutar con el paladar gracias a una iniciativa por la que otros tantos cocineros, entre ellos los alicantinos Quique Dacosta y Paco Torreblanca, han escogido un cuadro y lo han convertido en un plato. Estas creaciones se han reunido en el libro Thyssen en el plato, la colección interpretada por 25 grandes chefs, que se presentó ayer en un museo que refuerza así su «interés» por la gastronomía.

La directora de la Tienda Librería del centro, Ana Cela, recordaba ayer que cuentan con un «recorrido gastronómico» por una selección de obras de esta temática de su colección permanente, además de haber desarrollado la línea DelicaThyssen con aceites de oliva, chocolates, vinos, especias, tés, turrones, miel ecológica, mermeladas y conservas de mejillones y sardinas. «Son pequeñas producciones que he ido encontrando, son muy naturales y muy de temporada», dice Cela, para quien este libro, del que ya planea una nueva versión con cocineros internacionales, es «un paso más».

La dirección del museo escogió a 25 renombrados cocineros españoles, les invitó a conocer su colección y les pidió que eligieran un cuadro para plasmarlo en un plato. Entre ellos hay un buen puñado de estrellas Michelin, como las que tienen en sus restaurantes Martín Berasategui, con varios de ellos repartidos por España; Quique Dacosta (del restaurante homónimo en Dènia); Lucía Freitas (A Tafona, Santiago de Compostela); Toño Pérez (Atrio, Cáceres) y Roberto Ruiz (Punto MX, Madrid). También Ricardo Sanz (Kabuki Wellington, Madrid), Jesús Sánchez (Cenador de Amós, Cantabria), Juan Mari y Elena Arzak (Arzak, San Sebastián), Paco Morales (Noor, Córdoba) o Carme Ruscalleda (Sant Pau Tokyo). No han querido olvidar los postres, de los que se han encargado los prestigiosos reposteros Oriol Balaguer y Paco Torreblanca, de Elda.

Todos ellos cuentan en Thyssen en el plato qué cuadro les cautivó y por qué, además de ofrecer la receta de su versión comestible. «Algunas pinturas han pasado al plato de forma más literal, como Ruscalleda o Torreblanca, que casi han hecho una fotocopia de la obra, y otras menos porque se basan más en evocaciones», indica Ana Cela, caso de Dacosta.

En la portada, la creación de Roberto Martínez Foronda (Tripea, Madrid), basado en la obra de Dalí Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar: un ceviche de Gala con cabracho en el que utiliza boniato para reproducir la piel de los tigres que aparecen en la obra, miel de ajo negro y granada. Dacosta eligió Quappi de rosa, de Max Beckmann, y Torreblanca, Tensión suave n. 85, de Kandinsky. Diego Guerrero, El panadero, de Mijáil Lariónov; Manuel Urbano, Sin título, de Mark Rothko, y Ángel León, Omega 5 (Objetos de imitación), de Paul Klee.

El proyecto se ha recogido además en un vídeo.