La reapertura estaba prevista para principios de 2019, pero no será al menos hasta junio del próximo año cuando el Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante (Mubag) vuelva a abrir sus puertas. Las cerró el 8 de julio para someterse, durante cinco meses, a la mayor reforma realizada desde la inauguración del museo en 2001. Pero la ruta inicial cambió de rumbo en el proceso de adjudicación de las obras.

El concurso salió a licitación por 857.954,65 euros y se adjudicó por 499.037,78 euros. Primero, cambio la ley y hubo que revisar el pliego. Después, las obras se adjudicaron en agosto, pero se inició un largo trámite al tratarse de lo que se denomina una baja temeraria, ya que la rebaja de la empresa respecto a la estimación realizada por la Diputación del proyecto era bastante más elevada de lo habitual. «Hubo que pedir una justificación a la empresa y la presentó, pero al parecer había lagunas», afirma el diputado de Cultura, César Augusto Asencio.

Nuevo parón y nueva petición de documentación. «La empresa es muy fiable, FCC Industrial, que ofrece precios muy buenos porque cuenta con todos los servicios, pero también es muy grande y funciona como una administración». Esto llevó a nuevos retrasos porque la firma de la documentación se fue dilatando en el tiempo. De esta manera, las obras comenzaron a plantearse en octubre y se estima que estén finalizadas en marzo o abril. Otra cosa es cuándo se pueda abrir al público. «Una vez entregada la obra hay que hacer comprobaciones, dotar de mobiliario, reubicar las obras... Será en junio cuando se prevé la reinauguración», estimó Asencio.

Estos trabajos, que han comenzado con una actuación sobre el aire acondicionado, contempla el cambio integral de la climatización, al quedarse obsoleta, con lo que se pretende mejorar también la eficacia y eficiencia energética. También se va a mejorar la accesibilidad. En cuanto a las salas, no se va a intervenir, aunque sí va a haber una redistribución y adecuación de los espacios. Así, la sala dedicada a Emilio Varela en la planta baja se va a cerrar para instalar un sistema de climatización propio y se dedicará a exposiciones del pintor alicantino. Además, la zona dedicada a didáctica seguirá en la planta baja pero con un espacio específico.

Exposiciones sin cerrar

El cambio en la hoja de ruta de la remodelación del museo conlleva incertidumbre para cerrar las fechas de las posibles exposiciones. El diputado asegura que no habrá problemas con la planta de colección permanente, ni con el espacio dedicado a Varela, pero no es igual con la planta de muestras temporales.

Se habló con el Consorcio de Museos para traer la que ayer mismo se inauguró en el Museo de Bellas Artes de Castellón, del alicantino Vicente Rodes Aries, pero tampoco se puede cerrar. «No está claro y es arriesgado fijarla en junio y que luego no se pueda hacer porque no esté todo listo».

Diferentes son las previsiones para septiembre y octubre, cuando se dedicará el espacio del artista al pintor de Orihuela Joaquín Agrassot y posteriormente vendrá también de este artista una exposición del Consorcio de Museos.

Lo que no tendrá al parecer el Mubag en su reinauguración es una gran exposición que marque un hito en su historia. Lo impiden el baile de fechas y también los recortes en el presupuesto que se han aplicado en el área de Cultura debido a la creación de la orquesta ADDA Sinfónica. «Hemos hecho algunos ahorros para poder financiar la orquesta, nosotros y otras áreas porque este año van 2.900.000 euros de golpe. Pero hemos reducido también porque nos comemos medio año de exposiciones en el museo por el tema de las obras».

Tampoco será el Mubag el centro elegido por el Museo del Prado para exhibir una de sus obras con motivo del bicentenario de la pinacoteca nacional. El museo madrileño mandará el próximo año una obra a cada autonomía, pero la de la Comunidad Valenciana irá finalmente a Castellón.