Alicante, ADDA, 21 noviembre 2018 20 h.

Orquesta Sínfónica de Radio Stuttgart

Trío Ludwig, solistas

Elianu Inbal, director

Ludwig van Beethoven

(Bonn,1770-Viena, 1827)

Triple concierto para violín, violonchelo y piano, en do mayor (opus 56)

El triple concierto fue compuesto entre 1802 y 1804 aunque no sería estrenado en Viena hasta 1807, un año después del famoso concierto para violín y orquesta en re mayor (opus 61). Fue dedicado al príncipe Lobkowitz. La obra representa un intento de conciliar el estilo de los tríos de música de cámara, muy a la moda entonces en Viena, con el antiguo concerto grosso en el que un grupo de instrumentos solistas dialoga con toda la orquesta. El «triple concierto» se comporta como una sinfonía concertante en la que los tres instrumentos solistas se reparten el recorrido temático, tanto melódico como rítmico. El primer movimiento, Allegro, es una sonata que preserva su clima íntimo de música de cámara. En el Largo central se da una voz preponderante al violonchelo, asumiendo el violín y el piano un papel auxiliar como instrumentos solistas. Finalmente, el Rondó, con su ritmo de polonesa, es lo que ha sido valorado como lo mejor de la obra, con sus brillantes temas repetitivos, plenos de carácter.

Anton Bruckner

(Ansfelden, 1824- Viena, 1896)

Sinfonía número 4, en mi bemol mayor, «Romántica» (A 95)

La versión original de la cuarta de sus nueve sinfonías fue escrita por Bruckner entre enero y noviembre de 1874. El compositor nacido en la Alta Austria era profesor en el Conservatorio de Viena y organista de la corte. Ese 1874 fue un año difícil en su vida pues tuvo varios fracasos profesionales y llegó a encontrarse sin recursos económicos. La versión original fue desconocida por el público hasta su publicación en la edición Nowak un siglo más tarde de su creación, en 1975, siendo interpretada ese mismo año en Linz. Al público nos ha llegado la edición revisada en 1878 por Bruckner de los dos primeros movimientos y un nuevo Scherzo, que sustituyó al inicialmente compuesto, con un Finale reescrito completamente por el compositor en 1880. Esta sería la versión que se estrenó en Viena el 20 de febrero de 1881 bajo la dirección de Hans Richter y publicada en 1936 por Robert Haas. Casi todos los directores, y la discografía, adoptan esta versión de 1878-1880 de la sinfonía que Bruckner dedicó al príncipe Constantino de Hohenlohe. Esta peripecia con la partitura de la Cuarta no es extraña pues Bruckner fue un perfeccionista que rehizo varias veces la redacción de sus sinfonías por lo que existen varias versiones de una misma obra, lo que ha creado un embrollo de ediciones publicadas según criterios musicológicos diferentes.

Las del alemán Hass, versiones con arreglos posteriores del propio Bruckner, se han impuesto a las del austríaco Nowak. François-René Tranchefort dice que «un sentimiento místico impregna la Cuarta sinfonía del comienzo al fin. Una de las obras más luminosas del compositor».

Bastará con darse cuenta del papel preponderante que desempeñan las trompas, presentación de los temas en cada uno de los movimientos extremos, sin omitir su intervención en las «escenas de caza» del Scherzo, el movimiento que en gran parte ha hecho popular la obra.