«España es un estado policial donde se persigue a los músicos, las salas y la música», con esta declaración de Antonio Arias, de Lagartija Nick, pieza clave en el mítico Omega, arranca el documental Kids used to sing (2016) de Alejandro Jiménez, quien suscribe al granadino con datos, imágenes y testimonios, y que se proyecta hoy a las 20:30 h. en el Jendrix Rock Bar de Alicante, dentro del Festival Plataforma. Su director, que usa el nombre artístico Alex Fisherman, intentó vivir de la música, pero no le fue posible, así que decidió mudarse a EE UU y dedicó año y medio a descubrir por qué resulta tan complicado vivir de hacer y tocar canciones en España.