Alicante es la provincia donde hay censadas más personas con los apellidos Arques, Jover, Penalva, Sellés, Terol y Torregrosa. Algunos proceden de Cataluña, otros de Francia, como De España, o Italia, caso de Amérigo. Y de Pasqual de Bonanza hay registradas hasta quince generaciones. Estas particularidades las «descubrió» el escritor Gerardo Muñoz indagando en numerosos archivos, estadísticas, censos y hemerotecas para conseguir la documentación necesaria que plasmó en la serie Apellidos alicantinos, publicada en el diario INFORMACIÓN.

Las entregas vieron la luz domingos alternos a lo largo de un año. Como resultado, una ardua labor de investigación que incluyó 29 apellidos históricos de la ciudad de Alicante, que ahora el autor ha reunido en un libro editado por ECU. Y Gerardo Muñoz, melillense afincado en Alicante desde 1981, lo presenta hoy, a las 20 horas, en el Club INFORMACIÓN, con la presencia del director de este espacio, Toni Cabot, y del editor, José Antonio López Vizcaíno.

El primero fue Pascual, el 22 de noviembre de 2015, y el último, Pasqual de Bonanza, el 18 de diciembre de 2016. Entre medias, fueron desfilando por las páginas de este periódico las estirpes Aguilera, Rovira, Díe, Berenguer, Palacios, Visconti o Bas. Cada una de ellas, analizada a nivel histórico y social a lo largo de cuatro páginas, que incluían una entrevista con algún portador actual de ese apellido. «Al final lo que se cuenta es la historia de la ciudad a través de los apellidos; se cuenta, aunque de otra manera», afirma el autor.

Aunque el orden de publicación fue en cierto modo aleatorio, en el libro, el autor los ha recogido por orden alfabético, analizando el origen, los primeros documentos en los que aparece inscrito cada apellido, su expansión y su transmisión de generación en generación hasta la actualidad. «Cada artículo cuenta la historia de cada apellido e incluye una entrevista a alguien vivo que todavía lo tiene en la ciudad», asegura Gerardo Muñoz que ha firmado ya 24 libros.

Por este motivo, tuvo que desechar algunos apellidos que se perdieron en el tiempo y no han perdurado hasta hoy. «Había apellidos con mucha solera en la ciudad pero ya no había gente, como Burguñó, Canicia, Rotlá, Franqui o Vallebrera... algunos de personajes muy relevantes en la ciudad y con raíces muy antiguas».

Para llegar a la selección final realizó una lista «de muchos apellidos que aparecían en las crónicas y en documentos de mi biblioteca». A eso se añaden horas y horas de investigación. «Fue un trabajo enorme, muchas horas de investigación, no solamente para consultar libros sino también los archivos». El departamento municipal de Estadística -«con el afable Antonio Arcos»-, el Archivo Municipal de Alicante, el Archivo Histórico Provincial, el callejero municipal, la hemeroteca y el Archivo del Obispado en Alicante. «Durante ese año me hice casi de la familia del archivero del Obispado, Juan Martorell, que me ayudó con los registros bautismales».

Entre los apellidos con más raíces, destacan Mingot, «que es de origen francés y está aquí desde hace 9 siglos», o Bas, «el apellido guadiana porque apareció y despareció para luego volver a fundar un linaje en el siglo XIX gracias a un comerciante valenciano». También se encuentra, entre los más históricos, Bañuls, apellido de la saga de artistas; Penalva, Esplá -«en este caso la entrevista se la hice al torero Luis Francisco Esplá»-, Asensio, Berenguer o Alberola.

Destaca también la procedencia de apellidos como De España, con origen francés, y Amérigo, italiano, caso este último que llegó «a través de dos hermanos que se instalaron aquí en Alicante». Igual que Visconti, «con una rama milanesa y otra napolitana». Curioso es también el caso de Díe, «gente muy conocida en los siglos XIX y XX, procedente de los Alpes franceses, y ya se han reunido varias veces los que tienen ese apellido en todo el mundo, una de ellas en el restaurante Lo de Díe de Alicante». Igual que Amérigo, que se reunieron en el restaurante que lleva su nombre en la ciudad el 19 de noviembre de 2005.