P ¿Cuándo decide uno que ha terminado la novela y que debe publicar?
R Es muy complicado. Hay un momento en el que la he terminado, la he corregido, la historia está cerrada, pero la lees y te das cuenta que podrías haberla contado de otra manera, o mejor... Al final me tengo que decir a mí misma que tengo que parar porque nunca estás satisfecha.
P ¿Tú no matarás resistirá una segunda lectura?
R Es complicado conocer a los lectores, así que no lo sé. Hay libros que resisten el paso del tiempo y otros que no. Depende del lector.
P De los tres protagonistas, ¿a cuál le tiene más cariño? Yo diría que a Fernando, aunque quizá me equivoco...
R Fernando es el eje de la novela, pivota sobre él. Pero les tengo cariño a todos, también a Eulogio, a Catalina, a las tres madres...
P ¿A los españoles les ha arrastrado demasiado su historia?
R Creo que pasa en todos los países, no creo que nos lastre más que a los franceses, a los holandeses o los suecos.
P ¿Cuenta las cosas en el pasado para explicar lo que le preocupa del presente?
R Siempre procuro escribir de las cosas que me preocupan o interesan. Pero yo no hablo del pasado, hablo del siempre del siglo XX.
P Bueno, el siglo XX ya es pasado...
R Lo que quiero decir es que no hago libros de historia. Mi preocupación es ese viaje a lo más recóndito del ser humano. La historia es sólo un escenario.
P ¿Y no explica lo que somos?
R Es cierto que este libro que empieza ambientado en los años 40, recién acabada la guerra, en la época durísima del franquismo, en la que los que han perdido la guerra han de enfrentarse al terror de ver como continúan los fusilamientos, no saben si podrán conseguir el indulto de un familiar... Cuando estaba escribiendo esta parte del libro desaparecían los colores de mi cabeza y todo se volvía en blanco y negro. Pero el objetivo era contar los personajes en ese momento...
P ¿Le preocupa cómo acogerán algunos lectores esta historia ahora que hay tanto ruido con el franquismo y sus víctimas?
R Mis lectores conocen mi posición. La historia hay que conocerla porque sin ella no podemos entender cómo somos. La memoria histórica y la recuperación de las víctimas del franquismo es una obligación del Estado. Pero dicho esto, quiero que la historia la cuenten los historiadores, no los políticos.
P ¿Y qué hacemos con la tumba de Franco
R Creo que es absolutamente insoportable que el dictador esté enterrado junto a sus víctimas. Hay que sacarlo del Valle de los Caídos y dárselo a su familia, pero no para enterrarlo en La Almudena, que es un lugar público por donde miles de personas de cualquier sensibilidad puedan estar ahí sin encontrarse con la tumba del dictador.
