Sus imágenes no solo sacan a la luz unos hechos trágicos acaecidos durante la Guerra Civil, que costaron la vida al menos a 38 personas de cuatro pequeñas localidades de la provincia de Castellón, sino que desvelan una realidad que ha sido objeto de una sistemática manipulación a lo largo de 80 años.

Todo acaeció en mayo de 1938 en el plazo de muy pocas horas, cuando los habitantes de Albocàsser, Benassal, Vilar de Canes y Ares del Maestrat observaron con sorpresa, porque mucho de ellos jamás los habían visto, tres aviones que sobrevolaban el cielo y, ante el estupor general, lanzaban bombas sobre la población civil, causando la muerte y la destrucción. Lo más sorprendente es que nadie podía responder a las dos interrogantes clave del suceso, quién era el responsable de semejante y cobarde masacre y por qué se cometió un acto tan deplorable e inhumano. La respuesta no fue otra siempre que el silencio. Pero ahora, finalmente, la verdad se ha abierto paso gracias, en buena parte, a la labor de los dos realizadores, que han efectuado un excelente trabajo de investigación, penetrando en todas las fuentes que podían aportar datos al respecto. Tanto Pepe Andreu como Rafa Molés, que ya trabajaron juntos cuando nos regalaron un magnífico documental musical, Five days to dance, han dado un ejemplo de rigor y de profesionalidad.

Como ambos directores señalaron en la sesión de estreno el martes en Kinépolis Alicante, la película aborda tanto el factor histórico, adentrándose en el contexto con suma precisión, especialmente en lo que atañe a la actividad de la temible Legión Condor del ejército nazi, enviada por Hitler para socorrer a Franco, como en el psicológico, mostrando los efectos que un hecho semejante provocó en una población desprevenida y en estado de shock, que asistía impotente y desconcertada a una agresión brutal e injustificada. A partir de ahí y de la relevante labor del historiador inglés Antony Veeber, autor de un libro sobre la Guerra Civil, se fueron encontrando pistas decisivas, sobre todo un archivo en la ciudad alemana de Friburgo con 66 fotografías aéreas de la actividad de la Legión dedicada a probar la efectividad en la base de la Senia de la provincia de Castellón, del nuevo avión Stuka, que era la esperanza de los nazis, en la inminente Segunda Guerra Mundial.

Con estas bases se accede a una parte final apasionante, con algunas entrevistas a personas directamente vinculadas a las víctimas y que no pueden evitar las lágrimas ante las cámaras. Es así como los vecinos de sabrán, finalmente, que fueron víctimas de un experimento nazi.

El olvido

Son apenas cinco minutos de metraje, pero intensos y vibrantes, que nos trasladan a la angustiosa realidad de un día trágicamente inolvidable para los alicantinos. El olvido es un corto de animación tradicional, dirigido por la alicantina Cristina Vaello y la rusa Xenia Grey, que deja huella y que nos permite viajar en el tiempo hasta el 25 de mayo de 1938, cuando la ciudad sufre las trágicas consecuencias de un bombardeo que causó más de 300 muertos en el mercado. Son imágenes que mezclan la inocencia y la ternura de los niños jugando, ajenos a lo que les viene encima, y la crueldad que no se ve pero que se intuye en los planos finales, cuando las bombas inician su siniestro camino a la destrucción y la muerte a bordo de unos terribles verdugos, los aviones fascistas italianos Savoia S-79.

[El olvido y Experimento Stuka se han proyectado el martes y miércoles en los cines Kinépolis de Alicante y esta tarde es la última ocasión para verlos. El olvido ha sido preseleccionado para los Premios Goya y Experimento Stuka opta a los Premios del Audiovisual Valenciano]