«Como dice Serrat, de vez en cuando la vida nos besa en la boca, y eso significa este premio para mí», explicaba el actor hace tres años, días antes de recibir el premio a la trayectoria del Festival de Cine de Alicante. Seguía entusiasmado con su profesión, «porque lo que no perdemos los mayores es la pasión», y con esta tierra, pues se consideraba un dianense más. Pasaba la mitad del año en una casa de Dénia desde hacía cuatro décadas y contaba que el vicio por el Mediterráneo se lo metió Manuel Vicent. «Cuando me dieron la noticia del Festival de Cine de Alicante me acordé mucho de un poeta, Pepe García Nieto, que decía que si uno cumple muchos años le llega casi todo, y se ve que me va llegando», relataba un frío mes de enero.