Rapsodia sueca es el título del próximo proyecto cinematográfico que prepara el realizador y guionista de Pinoso Fran Ruvira (autor de las películas Orson West y Comala, Comala), que sigue los pasos de una misteriosa mujer sueca, Karin Lannby, escritora y espía durante la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, para poder trazar un recorrido por la historia de Europa del siglo pasado.

Embarcado en el guion de esta película de docu-ficción, Ruvira ha sido seleccionado entre 20 autores de América Latina, España, Italia y Portugal para desarrollar el Curso de Desarrollo de Proyectos Cinematográficos Iberoamericanos que convoca, en su 16 edición, la Fundación Carolina, la Aecid (Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo), el Programa Ibermedia, la Fundación SGAE y la entidad de gestión de derechos Egeda.

Este curso cubre una estancia de seis semanas en la Residencia de Estudiantes de Madrid, que concluirá el próximo 16 de noviembre, y la gran baza es el asesoramiento de grandes profesionales como Montxo Armendáriz, Jaime Rosales, Félix Viscarret o Daniela Fejerman, que tutelan y acompañan a los seleccionados en el análisis y desarrollo de la escritura de sus proyectos, además de encuentros con productoras como Marisa Fernández Armenteros o Mariela Besuievsky.

«Estoy muy contento de que haya sido seleccionado en Ibermedia, que es uno de los focos audiovisuales más importantes, y es un impulso muy bueno. Estoy con una nueva versión del guion que se verá mejorado con las tutorías y el análisis de gente como Armendáriz o Rosales, dos directores que me gustan y me interesan muchísimo. Estar cerca de autores que pueden enriquecerte es una suerte», explicó Ruvira.

Rapsodia sueca parte de la historia de actriz, escritora y espía Karin Lannby, «que llegó a Alcoy en 1937 a montar el Hospital Sueco-Noruego [de apoyo a la España republicana] que cautivó a personalidades como Buñuel, Bergman o Cocteau y acabó siendo espía» para trazar una metáfora de la historia del siglo XX en Europa.

El origen de la idea nace a partir de un proyecto educativo que Álvaro Herrero realizaba sobre personajes extranjeros en la Valencia de la República «y su nombre, como actriz y espía, aparecía perdido en una nota de página de un libro sobre brigadistas internacionales», indica Ruvira, que añade que Lannby vino a España «porque era una apasionada de Lorca, en Alcoy escribió un libro de inspiración lorquiana, Cante Jondo, y aquí vive el ambiente de la Valencia como capital republicana y adquiere un compromiso muy fuerte con su causa»

«Siguiendo su rastro desde la Guerra Civil a esta mujer la vemos en grandes acontecimientos de la historia, en el Estocolmo neutral de la Segunda Guerra Mundial hasta la Guerra Fría en París», explica el pinosero, a quien le interesaba sobre todo la mezcla de actriz/espía de Lannby, «para hablar y reflexionar sobre la dignificación de la mentira en una época de Europa en construcción, del uso de la mentira con fines positivos en esa Europa que se construyó desde la sombra». Ruvira indica que estar en la Residencia de Estudiantes, donde estuvo Lorca es «muy inspirador», ya que «ella empezó siguiendo el rastro de Lorca y yo estoy donde vivió Lorca siguiendo los pasos de Lannby».