«Si Alicante es la cuarta provincia en población, ¿por qué la oferta cultural no responde a esas expectativas?» Esta fue la cuestión planteada por Francisco Mesa, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UA y moderador del debate celebrado ayer en el MARQ sobre la supuesta discriminación cultural de la provincia, organizada por ACOA (Artistas Contemporáneos de Alicante) el foro de opinión PROA y la Unión de Colegios Profesionales (UPA).

La cuestión, a la que intentaron responder tres ponentes -el artista de ACOA Isaac Montoya, el dramaturgo Juan Luis Mira y la crítica de arte Guillermina Perales- reunió a más de un centenar de personas de público, que no parecía ser mayoritario de artistas. Entre los asistentes, responsables políticos del PP provincial como Carlos Castillo o Mª José Argudo pero ningún representante de la Generalitat, blanco de las críticas, aunque la mesa no respondió a la pregunta de si habían sido invitados.

Montoya presentó el discurso más agresivo del debate con un power-point lleno de cifras en el que reclamó a la Generalitat el 37% de presupuesto cultural para la provincia, acorde con su población, ya que consideró que Alicante no figura en la gestión cultural del Consell: «¿Qué dinero nos llega aquí? Ninguno», aseguró, no sin cierta cierta trampa, ya que en las partidas presupuestarias proyectadas había cifras millonarias para el IVAM o el Palau de Les Arts, pero también para el Consorcio de Museos o el Instituto Valenciano de Cultura (antes CulturArts), que también invierten en la provincia, o para el propio Misteri d'Elx.

Montoya achacó «al centralismo, la inacción y la descoordinación de las instituciones» el problema de «falta de inversión y de promoción» del arte alicantino; indicó que de los 180 millones prometidos por Vicent Marzà en la provincia «no hay nada para el arte contemporáneo» y lanzó frases críticas como: «Nos están llenando las salas con artistas valencianos» o «no nos dan lo que nos corresponde».

Juan Luis Mira aportó «esperanza» al debate -«estamos mal pero tenemos remedio», dijo- y recordó que «la cultura ha contado poco siempre en la gestión política, que la ve con gafas de cerca, no de lejos» y que la frase de «Valencia nos discrimina» se oía «igual hace 20 años y se oye también en Gandia o en Castellón». Mira se remontó a la creación de las autonomías para indicar que «la Comunidad Valenciana la parimos mal, de repente tuvimos un problema geográfico y todo se centró en València, y era lógico porque era la ciudad más importante», pero «a veces aquí tampoco nos han hecho caso» y en lugar de cifras reclamó «sensibilidad» a los gestores políticos para «corregir déficits y vertebrar proyectos». Dio ejemplos de que en las artes escénicas «ahora hay gente de teatro y las cosas están cambiando. Jácara no habría desparecido si hubiésemos tenido antes a esta gente. No hablo de ideologías -alabó también a María Dolores Padilla, del PP- sino de sensibilidades ante problemas endémicos culturales». Apostó por crear proyectos «sin pedir limosna, pero «el problema es que no nos ponemos de acuerdo ni nosotros y así no vamos a ningún sitio».

Perales defendió el papel del artista en la sociedad, apuntó que «sin dinero no se puede hacer cultura» y que «la sociedad debe entender el producto cultural con formación» desde los centros culturales, que deben ser un foro de debate. «Si la sociedad no conoce a sus artistas, desaparecen, y eso pasa en Alicante, no se valora a los artistas», dijo tras considerar que la fragmentación y parcelación de la cultura en Alicante se da «por falta de dinero y conocimiento y por no invitar a los artistas a participar en las instituciones».

Entre el público, el sociólogo Juan Antonio Roche propuso reclamar «cosas concretas» «como valencianos que somos» para evitar «victimismos» y «cantonalismos».