P ¿Qué contiene su obra Grandes éxitos
R Es una comedia musical muy disparatada, divertida, en la que se narra el encuentro de dos personas que han sido muy amigas en una época y que han discutido por cuestiones profesionales. Por avatares de la vida tienen que coincidir para la grabación de un disco y la acción se desarrolla en un teatro la noche anterior a la grabación. Se dan situaciones cargadas de emoción.
P En los últimos años ha estado compaginando su trabajo en la televisión con el teatro, ¿cómo es su manera de vivirlo?
R Es un motivo de alegría que llegue el fin de semana y tenga una función. Siempre me ha gustado el teatro. Lo que pasa es que nunca había tenido el valor y estaba muy inmerso en mi carrera televisiva. Ha llegado en el momento justo, en el que mi carrera está asentada y podía empezar a probar con otras disciplinas. Me gusta estar bien rodeado, ofrecer un espectáculo de primera línea en el que todos los detalles estén cuidados: el sonido, las luces, la música en directo? Mis compañeros son de primera calidad.
P ¿Es muy perfeccionista?
R Sé que mucha gente viene a verme porque me ve en la televisión. No pueden irse con la sensación de que me aprovecho de mi popularidad para llevarlos al teatro. Por eso me gusta contar con los mejores.
P «De joven tímido a showman
R Le pasa a mucha gente que se dedica a este medio. Encuentras un refugio en el que te sientes cómodo y la timidez no existe, no se sabe bien por qué. Cuando aparecen las cámaras o sales al escenario, se va. Son resortes curiosos que se activan y haces cosas que no te dan vergüenza, que jamás harías en tu vida diaria. Es algo común en la televisión, logras la libertad para actuar que luego no tienes.
P En alguna ocasión también ha dicho que se muestra mucho en televisión y luego se pasa en su día a día escondiéndose, ¿de qué manera convive con esta paradoja?
R En mi caso, vivo rodeado de ruido, no paro de hablar y de escuchar. Tengo pocos momentos para estar conmigo. Así que tiendo a crearme mi propio mundo, a estar en casa. Me encanta no salir, tengo un espacio en el que estoy cómodo y no encuentro la necesidad de pisar la calle. Me gusta el silencio, estar relajado y tranquilo viendo la televisión, una serie, escuchando música? Por mi profesión, estoy siempre acompañado y necesito lo contrario.
P ¿Qué le aporta la televisión?
R Una diversión extrema, me lo paso muy bien. Es peligroso porque te vas metiendo en proyectos y no tienes descanso. Te lo pasas tan bien que no lo echas en falta y, al final, te quedas sin momentos de ocio. Afortunadamente, siempre me ha ido bien. El otro día estaba viendo a una diva argentina, Susana Giménez, entrevistando a la protagonista de La casa de las flores, Verónica Castro. Las dos tienen más de 60 años y hablaban de lo que significa este trabajo. Su conclusión era que cuando tienes éxito, no puedes parar.
P ¿Es su caso?
R Afortunadamente, me han acompañado las audiencias durante 20 años. Es complicado decir hasta aquí. No es que el éxito enganche, tengo 48 años y debo seguir trabajando, soy joven para no hacerlo. Antes nunca decía que no a un trabajo porque no sabía qué iba a durar esto. Mi suerte es que los programas han durado muchos años. Con Sálvame llevamos casi diez, con Aquí hay tomate estuvimos cinco años a diario. Siempre he sido cauto.
P ¿Se ve en el futuro haciendo otra tipo de programas para la televisión?
R No. Me gusta el entretenimiento... y lo que venga. Me ha costado años entender que el verdadero éxito es hacer compañía a mucha gente. Esto lo noto cuando recorro España por los teatros y la gente me cuenta lo que significa el programa para ellos. Hay historias emocionantes, como las de gente que está superando un cáncer con la quimio y conecta la televisión por la tarde o la noche para tener compañía. Esa labor es importantísima.
