Eva García Sáenz de Urturi ha puesto fin a su trilogía de novela negra La ciudad blanca con Los señores del tiempo, que culmina con un «cierre épico» que pretende dejar al lector «la sensación de haber hecho un viaje emocional que ha merecido pena». El viernes estará en Alicante para presentar este libro en las Veladas Literarias Maestral, con menú y vino realizado especialmente para la ocasión, como ya est habitual.

Ayer salió a la venta el libro en la que los seguidores de la saga, que acumula 700.000 lectores, 35 ediciones y cinco traducciones, descubrirán cómo termina la historia del protagonista, Unai, un inspector de la Ertzaintza conocido por su apodo, Kraken, y de los personajes que le han acompañado desde la primera novela.Pero esta última entrega es además un thriller y una novela histórica, de manera que la narración alterna la investigación de una serie de crímenes cometidos con métodos propios de la Edad Media con las luchas de los señores de Vitoria del siglo XII.

Aunque todos los libros de la trilogía ( El silencio de la ciudad blanca y El silencio de la ciudad blancaLos ritos del agua) tienen un importante componente histórico, esta es la entrega en la que más peso tiene el pasado. De hecho Sáenz de Urturi, que antes de su éxito literario trabajaba como bibliotecaria en la Universidad de Alicante, cree que Los señores del tiempo son «en realidad dos novelas: un thriller y una medieval». «Tenía claro que el cierre (de la trilogía) iba a unir el trasfondo histórico con el presente de Unai y su familia», explica la escritora vitoriana en su ciudad natal.

La unión entre ambas historias nace en el capítulo primero, que tiene como punto de partida la muerte de un empresario envenenado con la «mosca española», conocida como la «viagra medieval». El cadáver aparece durante la presentación de una novela ambientada en el siglo XII cuyo autor nadie conoce y cuyo título da también nombre al cierre de la trilogía de Saénz de Urturi. A este primer asesinato sucederán otros crímenes cometidos también con modus operandi propios de la Edad Media y Kraken comprende que quien los comete sigue los métodos descritos de la novela histórica de esquivo autor, por lo que conocer su identidad se convierte en algo primordial.

Al igual que en las dos primeras novelas, también en esta Vitoria y sus alrededores tienen un gran importancia en la trama. Por ello Sáenz de Urturi recorrió ayer algunos de los puntos emblemáticos de la capital alavesa que acogen escenas clave de la novela, como el Palacio de Villasuso, en el que se presenta la novela en el primer capítulo.

La catedral vieja, cuyas cubiertas son el escenario de una de las escenas finales, las calles de la Almendra Medieval, las murallas, y la Plaza de la Virgen Blanca, donde vive el protagonista, son algunos de los lugares en los que la escritora explicó a los periodistas su importancia en la historia de Vitoria y en la trama de la novela.

Los señores del tiempo tiene «más tono emocional y gana fuerza la historia de Kraken, de su familia y sus relaciones», sobre todo la vida sentimental de su compañera en la Ertzaintza, Esti, asegura la autora.

Saénz de Urturi ha terminado «exhausta» esta trilogía que comenzó en 2012 y cuya primera novela está siendo adaptada al cine por Daniel Calparsoro con Javier Rey y Belén Rueda como protagonistas, pero también «"muy satisfecha» de cómo ha cerrado la historia de la «microfamilia» formada por Kraken, su novia y subcomisaria Alba, el abuelo y Esti.

«Quería hacer un cierre muy épico y dejar al lector una sensación de haber hecho un viaje emocional que ha merecido la merecido la pena. Creo que lo he conseguido», afirma la escritora.

Eva García Sáenz de Urturi, de 46 años, se trasladó a los 15 años a Alicante. Tras licenciarse en óptica y optometría, pasó a trabajar en el sector óptico además de en la Universidad de Alicante. Tras escribir La saga de los longevos: la vireja familia, se puso en contacto con varias editoriales, pero al no recibir respuesta, decidió publicarla en 2012 en Amazon, donde se daría a conocer . Esta primera novela se convirtió en un fenómeno de ventas.