Alicante, ADDA, 2 octubre 2018 20 horas.

Orquesta Sinfónica di Milano Guiseppe Verdi.

Orfeón Valenciano ( Josep Lluís Valdecabres, director), Kian Soltani, violonchelo, Jader Bignamini, director

Carl María von Weber

(Eutin,1786-Londres,1826)

Obertura Der Freischütz

Weber, alumno de Michael Haydn y primo de Constanze Weber, la esposa de Mozart, fue director musical de los teatros de la ópera de Praga y Dresde. El estreno triunfal el 18 de junio de 1821 en Berlín de la ópera «El cazador furtivo» (Der Freischütz) le catapultó a la fama internacional. Tanto fue así que durante un tiempo se le consideró el creador de la ópera romántica alemana por esta obra. Richard Wagner se ocupó en 1844 de que sus restos mortales fueran trasladados a Dresde, tras su fallecimiento en Londres después del estreno de su ópera «Oberon», y pronunció un elogio fúnebre en el que describió a Weber como el iniciador de un verdadero teatro nacional alemán. La «Obertura» está concebida como un movimiento sinfónico, una innovación que anunciaba las «obras con programa» de Berlioz, Liszt o las primeras oberturas de Wagner. Weber la definió como «una unidad de tono fundamental de su ópera, atormentada por lo sobrenatural y toda ella bañada por lo fantástico». La combinación de bosque alemán y magia, de sonido de trompa y coros de cazadores, fue una aportación peculiar en su época.

Robert Schumann

(Zwichau (Sajonia), 1810- Endenich, 1856)

Concierto para violonchelo en la menor (opus 129)

Esta obra concertante, que sigue siendo una pieza importante en el repertorio violonchelístico, fue compuesta en octubre de 1850, inmediatamente antes de su Tercera Sinfonía, conocida como «Renana», en el mismo clima de felicidad creativa del autor; llevaba ya diez años casado con Clara y era profesor, desde 1843, del Conservatorio de Lepizig, fundado por su amigo Mendelssohn. Las tres parte del concierto se encadenan sin interrupción, favoreciendo de esa forma el discurso musical. El primer movimiento, «Allegro», está escrito en forma de sonata donde el solista expone un primer tema con dos períodos diferenciados: uno de serena elocuencia y otro, rítmicamente sincopado. En el segundo movimiento, «Adagio», predomina la forma del «lied» dominado por un un amplio y meditativo «cantabile» del chelo.. El «Finale» es «vivace», con una «cadenza» con acompañamiento de orquesta donde el solista agota toda las posibilidades del instrumento de cuerda.

Antonín Dvorák

(Nelabozeyes (Bohemia), 1841- Praga, 1904)

Sinfonía número 9, en mi menor, «del Nuevo Mundo» (opus 95)

Fue estrenada el 15 de diciembre de 1893 en el Carnegie Hall de Nueva York con un inmenso éxito. Es, sin duda, la obra que ha dado mayor popularidad a quien inició su carrera como violinista hasta que sus composiciones encontraron un ferviente defensor en Johannes Brahms. Desde 1892 hasta 1895 Dvorák y su familia vivieron en Estados Unidos, donde trabajó como director del nuevo National Conservatory. Esta sinfonía, escrita entre los meses de enero a mayo de 1893, es la gran obra americana de Dvorák. Aunque en algunos temas conserva elementos personales del autor, en la armonía y la orquestación adapta elementos melódicos imitados de los norteamericanos. «Yo sólo he escrito los temas, amoldándolos a las particularidades de la música de los negros o de los pieles rojas, y sirviéndome de estos temas como sujeto los he desarrollado por medio de los recursos del ritmo, de la armonía, del contrapunto y de los colores de la orquesta moderna», declaró el compositor sobre la última de sus sinfonías, cuyo gran éxito y aceptación por el público ha ocultado otras de sus composiciones orquestales, como la elegante Octava o la muy dramática Séptima. La corrección de las pruebas para la edición de la partitura de la Sinfonía del Nuevo Mundo fue efectuada por el mismo Brahms.