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«Marvel y DC han sido demasiado estúpidas»

El dibujante lamenta cómo los cómics de superhéroes están absorbiendo todo el espacio del sector y las grandes empresas no apuestan por cosas nuevas

Tras dejar atrás su etapa de dibujante, ahora es editor en formato digital en Aces Weekly. ¿Qué posibilidades ofrece el mundo de Internet?

Te da libertad en el sentido de que cada página que imprimes tiene un coste. En el ámbito digital esos costes no existen. Tienes que tener tu portátil, y eso es todo. No tiene comparación con los costes crecientes de producir, imprimir, distribuir y vender el formato físico. Además, tiene otras muchas ventajas. Para empezar, no necesitas intermediarios, de modo que el trabajo va directo del artista al lector. Eso aumenta los beneficios que puedes repartir con tus colaboradores. Además, en Internet no hay fronteras. Mientras el lector sepa inglés, puede acceder al contenido de Aces Weekly. De hecho, ahora tenemos planes para contratar un traductor que lleve nuestros textos al español (para empezar) para ampliar el público al que podemos llegar. Por suerte tenemos lectores de muchos países que pueden leer en inglés, y que incluso lo prefieren a las versiones traducidas, pero queremos alcanzar a cuanta más gente mejor.

En Aces Weekly... ¿cómo se controla la calidad de lo que se publica?

Con los estándares editoriales, como en cualquier publicación. Tenemos una dirección de contacto, info@acesweekly.co.uk, donde la gente envía su trabajo. Nosotros no hacemos publicidad para conseguir que nos manden sus obras, porque si lo hiciéramos acabaríamos ahogados bajo una tonelada de envíos. Cuando empezamos yo invité a gente del negocio que ya conocía, ya que afortunadamente soy conocido y la gente del sector confía en mí, y les dije «vamos a hacer esto, que parece una buena idea, y veamos a dónde nos lleva». Ahora tenemos una pequeña pero muy sólida base de lectores. Sin embargo, tenemos problemas a la hora de hacer crecer esa base. El proyecto tenía dos fases. En la primera yo estaba muy confiado en que íbamos a conseguir una gran cantidad de lectores en poco tiempo, porque es un producto a precio muy bajo con artistas de prestigio y talento. En la fase dos saldríamos al exterior a anunciar que teníamos cómics como no se habían visto antes. Sin embargo, me ha frustrado mucho ver que nos está costando más de lo previsto lograr que la base de lectores crezca, de modo que aún no hemos tenido tiempo de avanzar a la fase dos. Creo que el proyecto se merece un éxito mayor del que está logrando. Por favor, pido que se reconozca el valor de las cosas. Hay que evitar ser adicto a cosas que son retrógradas.

¿Cuánta gente estaba a bordo al principio del proyecto?

Es difícil decir cuándo fue el «principio», pero serían entre doce y quince personas. En el volumen 1, como en cada volumen, había seis... digamos corrientes en vez de historias, porque cada corriente puede incluir más de una historia. Hay desde comedias infantiles hasta historias de género negro y cada semana sale un nuevo volumen. Algunos de los autores publican a menudo y otros solo han aparecido una vez. Por ejemplo, la historia más larga que ha aparecido se llama Dungeons & Burglars (Ladrones y mazmorras), una especie de parodia de Dungeons & Dragons (Dragones y mazmorras) que narra las aventuras de dos rateros en un mundo de fantasía con un humor muy inteligente, con un artista argentino (Loco Rabia) y un escritor uruguayo (Belerofonte).

Las grandes empresas buscan, sobre todo, vender. ¿Qué opina sobre la limitación de la libertad del artista por parte de los editores?

Si tienes una imprenta tienes unos costes enormes. Eso significa que, publiques lo que publiques, tiene que ser popular, porque tienes que recuperar lo que has gastado en imprimir y distribuir la obra. Sin embargo, si puedes publicar por internet, de modo que prácticamente no tienes costes ni hace falta la distribución, puedes arriesgarte. Eso es lo que hacemos en las antologías de Aces Weekly. Por lo general, cuatro de las seis corrientes que publicamos cada semana son historias convencionales y luego tenemos un par de obras más radicales. Mientras tengas algo que satisfaga y entretenga a tu base principal de lectores, puedes darles también la opción de salirse de lo habitual. Y, además, como no tienes costes añadidos, puedes venderlo por un precio reducido. Nosotros, por ejemplo, ofrecemos veinte páginas semanales por menos de lo que cuesta un café del Starbucks. Además, es un producto bastante familiar, ya que tenemos comedia, género negro, pulp, dramas... hay para todos los gustos.

¿Cuál es la mayor desventaja que tiene una publicación digital sobre el papel?

Que muchos de los lectores más fieles son también coleccionistas. Y, como todos los coleccionistas, quieren tener algo físico para guardar dentro de una bolsa de plástico, bien protegido, y ponerlo en una estantería. Eso una publicación digital no puede ofrecerlo. Por eso se encuentra la resistencia de muchos lectores que aún quieren un objeto tangible. Además, existe la sensación general de que los cómics que están en Internet son, por norma general, gratis.

Y, dejando aparte los costes, ¿cuál es la mayor ventaja?

Que te permite ver tus cómics en tu ordenador, tu tablet... o tu smart TV. Eso sí que es digno de mención. Puedes poner tus viñetas a tamaño extra grande. ¡Y es espectacular!

Hace pocas semanas estaba en Valencia, ahora en Alicante... el público español está claramente interesado en su trabajo, no solo en V de Vendetta. ¿Qué piensa sobre el cómic de nuestro país?

Bueno, la atención viene principalmente por V de Vendetta, tampoco me engaño a ese respecto. Con respecto a España, no he seguido los diferentes mercados, pero sé que tenéis grandes artistas, algunos de ellos auténticas leyendas.

Es notoria su opinión sobre la manera en la que el cómic de superhéroes acapara todo el espacio en el sector.

Absolutamente. Creo que es bastante triste para la percepción general del cómic. Estamos siempre atascados. Si le hablas a alguien del tema, instantáneamente piensa en Superman o en Spiderman.

Mucha gente está entrando en el mundo del cómic en la última década a raíz de las películas de Marvel y DC.

¿En serio? ¿Eso ocurre en España?

Sí. En España había un pequeño segmento de gente que coleccionaba cómics desde hace muchos años, pero la concepción del gran público hacia el sector era que es un arte menor... hasta que llegaron las películas.

Pues eso no está ocurriendo en Inglaterra o Estados Unidos. Ven las películas, como las de el Capitán América o Los Vengadores, pero eso no les lleva a comprar cómics. Que en España sí que pase es bueno para el sector aunque, en cierta manera, lo limita. De cualquier manera, son buenas noticias, es muy saludable para el cómic. La lástima es cómo todo gira en torno al negocio. En algunas partes del mundo existe otra actitud, como con el manga japonés o con las creaciones francesas, pero en términos generales el cómic se ve como algo estúpido, de poco valor. Eso lleva siendo así desde hace tiempo. Ha acabado siendo un nombre ridiculizado. Creo que eso, en parte, motivó la aparición del término novela gráfica.

Que en muchos casos se usa para hablar de obras que no son novelas gráficas

.

Desde luego, aunque eso es un tema completamente distinto. Cuando las grandes empresas descubrieron el concepto de novela gráfica, empezaron a emplearlo como herramienta para vender mejor los cómics, incluso para recopilatorios y cosas así.

¿Qué opina sobre el rol de la mujer en el mundo del cómic?

El manga fue el mayor detonante del cambio. Hasta su irrupción, el sector occidental era un nido de hombres viejos. Las mujeres se han ganado su espacio con su trabajo. Que se haya tardado tanto es algo que me entristece.

Parece bastante preocupado respecto al futuro del sector.

No estoy preocupado por las grandes compañías. Han sido demasiado estúpidas durante demasiado tiempo. Lo que me preocupa es la percepción sobre el sector y que el crecimiento en cuanto a cosas nuevas es demasiado pequeño. Las tiendas de cómics trabajan con presupuestos pequeños, no se pueden permitir tener un stock muy amplio. Eso quiere decir que los gerentes se ven forzados a tener todo lo de Marvel y DC, lo que deja muy poco espacio para otras cosas, como cómic indie. Esto viene de muy atrás, desde que apareció la primera película de Batman. Eso marcó la aparición del merchandising, que llenó las tiendas de algo que hasta ese momento no habían necesitado, ocupando hasta un 50% o incluso más del espacio disponibe, y dejando todavía menos para lo que se salía de «lo popular». Creo que eso es una vergüenza.

En V de Vendetta se habla de un partido de ultraderecha que toma el poder y establece un estado totalitario. Ahora estamos viendo en Europa cómo se están alzando las ideologías fascistas. ¿Habrá algún V que les plante cara?

Lo único en lo que puedo pensar es que el crecimiento de estas posturas estimulan la reacción de la izquierda. Lo estamos viendo en Estados Unidos, donde, ante las licencias que se está intentando tomar Trump, la oposición se ve estimulada y sigue posiciones menos centristas, como en el caso de Bernie Sanders. En Inglaterra tenemos a Jeremy Corbyn. La derecha siempre se ha alimentado de la debilidad o de la fragmentación de la izquierda, hasta que circunstancias extremas obligan a esta última a unirse. Ahora hay herramientas como las redes sociales, que pueden ser usadas por ambos bandos, ideales para la propaganda. Me temo que no creo que haya ningún vengador enmascarado, sería genial pero tendrá que ser la gente quien enfrente a estos matones. De todos modos creo que hay algo bueno en todo esto, y es que la situación es absolutamente fascinante desde un punto de vista político e histórico. Muy, muy interesante.

La mentalidad inglesa parece hasta cierto punto muy cerrada en sí misma.

Por suerte para nosotros el inglés es como el idioma por defecto a nivel internacional, porque en los planes educativos ingleses aprender una segunda lengua es optativo. Mucha gente no habla nada más que inglés. Eso hace que no sea una sorpresa que haya mucho público capaz de leernos aunque no sea su idioma materno.

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