El binomio vacaciones-turismo ha dejado por el camino el tópico y ha ido cargando la maleta con nuevo equipaje. La inmigración, la «invasión» de las ciudades por masas de turistas, las pintadas «tourists go home», los nuevos modelos vacacionales han modificado un concepto del que Alicante y, por encima de todo, Benidorm, han sido y son la punta de lanza.

Como el prisma del arte todo lo analiza, en 2015 se gestó el proyecto Ciutat de Vacances, una iniciativa de Es Baluard de Palma de Mallorca, encabezada por su directora, Nekane Aramburu, en colaboración con Arts Santa Mónica de Barcelona y, más recientemente, el Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana, para analizar el turismo de masas de una forma dinámica y a tiempo real.

El resultado, una visión de la transformación del sector a través de diferentes soportes y bajo la mirada de distintos artistas. Terminada la aportación artística, que se ha visto en Venecia, Palma y Barcelona, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante se convierte ahora en el espacio en el que se pone el broche teórico a este proyecto, con dos jornadas de reflexión, ayer y hoy, que culminarán en una publicación.

«Ha sido un proyecto trabajado con el presente, lo que nos ha permitido maniobrar a tiempo real a medida que surgían nuevos cambios, desde la imagen amable del turismo de los 60 y 70, hasta las pintadas que aparecieron meses antes de inaugurar en Palma en las que se leía 'tourists go home'», apuntó Aramburu que participó ayer en la primera jornada que culminó con la intervención del antropólogo francés Marc Augé.

«Es difícil hoy en día hablar de vacaciones y del turismo sin evocar los problemas de la inmigración», destacó Augé, para quien «en el turismo hay algo de fascinante en la medida en que siempre hay una curiosidad que acompaña al movimiento de los turistas». Para Augé, creador del concepto «no lugar», un aspecto importante del turismo es saber si existen relaciones entre los turistas y la población. «Es posible que no haya, pero me parecería un problema porque si no existen estaríamos en lo que llamo un 'no lugar', un espacio de paso».

El director de Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, recordó cómo se considera que el turismo de España «se inventó en Benidorm» y apuntó que «la presión del turismo en ciudades como Madrid o Barcelona está transformando la forma de vida ya que está llevando a la población fuera de las ciudades» y eso, aseguró, «es algo que hay que repensar para ver qué modelo de ciudad queremos, aunque eso no afecta a Benidorm porque tiene un modelo turístico diferente».

También resaltó que con esta iniciativa «dotamos de contenido teórico el proyecto Ciutat de Vacances, continuando en nuestra línea de trabajo de agitación cultura y de descentralizar el territorio».

Para la concejal de Cultura, María Dolores Padilla, «la proyección del MACA es uno de los objetivos prioritarios de la concejalía, tanto con las exposiciones como con la colaboración de otras instituciones».

La jornada de ayer terminó con una fiesta. La que el Consorcio de Museos montó en la Plaza de Santa María, con Medusa, la burbuja gigante de Marco Canevacci, en cuyo interior, de 12 metros de diámetro y capacidad para un centenar de personas, se realizaron actuaciones de música hasta medianoche. Esta iniciativa, que llenó de música y color el entorno del MACA como una experiencia diferente, sirvió como fiesta de presentación del festival Volumens, que se celebra el próximo fin de semana en València y que el año que viene tendrá su sede en Alicante.

La jornada de hoy, que dará comienzo a las 18.30 horas, contará con las intervenciones de Nuria Montes, secretaria de Hosbec; el arquitecto José María Torres Nadal; el catedrático Fernando Vera; el historiador Jorge Luis Marzo y el artista Tomás Ruiz-Rivas.