n Fernando Castro, el comisario de la exposición de Antoni Miró mostró su sorpresa por la polémica sobre estas piezas que recrean el arte clásico y sostuvo que «parece que preocupa más el erotismo que la corrupción o el terrorismo».

Las esculturas forman parte de una exposición más amplia que se inaugura el 25 de septiembre en la Marina de València, Antoni Miró en La Base, que se completa con las esculturas en el exterior, explicó Castro. El espacio interior de La Marina se llenará de piezas de las series Personajes; Manifestación, con cuadros de manifestaciones políticas surgidos trasel 15M; Desnudos y desnudas, con anatomías de hombres y mujeres; Suite Habana, desnudos femeninos pintados en Cuba; y Puentes y Costeras, con puentes de Alcoy.

«Lo que de momento se ha visto es únicamente las esculturas del exterior. Esa serie se llam a Suite erótica», apuntó Castro, quien explicó que es una «visión de las escenas eróticas grecolatinas» y corresponden a piezas, grabados y pinturas de erotismo griego y latino de museos como el de Nápoles u otros de arte clásico.

Castro recordó que la base de la cultura clásica griega y latina «es lo que llamó Ovidio el arte de amar o lo que llamaban la ciencia sexual». «Con la cantidad de cosas de las que uno se puede escandalizar, si nos escandalizamos de imágenes que reproducen los grabados de la cuna de la civilización de Grecia y la Roma Imperial, apaga y vámonos», apuntó, tras recordar que a los niños «les vendrá bien» y a esos mismo niños «sus padres les ponen a jugar con videojuegos» de violencia y con armas militares.