El coreógrafo y bailarín Víctor Ullate Roche presentó ayer en Alicante su proyecto de formación en teatro musical Sing & Dance project, que impartirá a partir del próximo martes en un nuevo centro de danza creado en Sant Joan, International Dance School, que abrió sus puertas el pasado 3 de septiembre.

Ullate Roche, que dirige la formación de los niños del exitoso musical Billy Elliot en Madrid, ha elegido este centro de Sant Joan, que coordina Valerie Maciá, para comenzar a implantar su programa formativo en otros lugares fuera de la capital madrileña.

«La idea es hacer ramificaciones y llevar la formación a otros lugares. Esta es nuestra primera escuela Sing & Dance Project, que pretende acercar la profesionalización del teatro musical a otras comunidades», explicó ayer el responsable del proyecto, tras añadir que su intención no es crear «demasiadas» escuelas, pero sí «seleccionar algunas y con escuelas de danza como esta, que es maravillosa, sí me atrevo».

«Alicante me parece muy buen sitio para formar en teatro musical porque no había ninguna escuela y con Valerie [Maciá] formamos un buen tándem», añadió el también actor, que en unos meses estrenará el musical El jovencito Frankenstein en Madrid.

Sobre el futuro de este género y su recorrido, Ullate Roche apuntó que «ahora está en auge después de pasar un momento malo por la crisis y el 21% de IVA, que nos ahogaba mucho y los productores no querían sacar muchas producciones. Ahora hay un resurgir de los musicales de nuevo. Este año habrá en cartel nueve musicales en Madrid, lo que significa que hay mucha más oferta, mucha gente que quiere dedicarse al musical y más trabajo».

El formador aseguró que está «en constante búsqueda de niños» para el espectáculo de Billy Elliot «y me fijo en cada escuela a ver si hay alguno que podamos introducir», pero aclaró que esta escuela es principalmente un centro de formación y lo que hay que hacer es trabajar muchísimo».

Su proyecto en Sant Joan este año se centra en un programa infantil-juvenil para niños de 6 a 14 años «y es un primer acercamiento de calidad a las artes escénicas para que los críos tengan una buena formación», con asignaturas de interpretación, canto, danza-jazz y ballet «donde los chavales aprenden a hacer de todo». Los grupos no superarán los veinte alumnos y en el futuro el programa se ampliará al público adulto con un programa profesional de tres años.