Las filtraciones ocurridas en el centro, la ocupación de las salas y los 65 años que han transcurrido desde que fueron pintados han supuesto un duro enemigo para los murales del centro educativo del Monte Tossal de Alicante. El deterioro de las obras firmadas por Gastón Castelló y Manuel Baeza, dos de los grandes artistas alicantinos del siglo XX, comenzó a hacerse patente en 1991, cuando el concebido como Colegio de Huérfanos Ferroviarios se convirtió en IES 8 de Marzo. Entonces se lanzó la primera voz de alarma a la que sucedieron otras muchas que cayeron en saco roto.

El pasado mes de noviembre, la Generalitat Valenciana sacó a concurso la restauración de estos diez murales y fueron adjudicados meses más tarde por 73.823,30 euros. Fue el pasado 7 de agosto cuando dos restauradores de la empresa adjudicataria comenzaron a trabajar en la recuperación de estas obras de arte que desde mediados de los 90 han tenido que convivir con los alumnos de los conservatorios de música y danza de la ciudad.

Precisamente el inicio de curso ha marcado el desarrollo de esta restauración, ya que en septiembre se espera que estén finalizada la recuperación de las obras que ocupan las aulas, las seis firmadas por Castelló, y a lo largo del mes de octubre se actuará sobre los cuatro murales del salón de actos y se dará fin a la de la antigua capilla -las cinco de Baeza-, esta última en un penoso estado de conservación.

Los restauradores, ambos de Elda, parten del proyecto realizado por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración, enfrentándose a unos frescos cubiertos de una gruesa capa de polvo y suciedad, además de alteraciones cromáticas en algunas zonas y manchas. Los trabajos se están realizando con los criterios de «mínima intervención, máximo respeto al original, reversibilidad y compatibilidad de materiales».