Bélgica acogerá a partir de 2019 los estudios de cine acuáticos interiores más grandes de Europa, un proyecto en construcción desde mayo de 2017 que será escenario de complejos rodajes en agua y cuenta con una inversión de 23 millones de euros.

La idea es de un camarógrafo profesional Wim Michiels, fundador de una empresa de alquiler de material cinematográfico y especializado en grabaciones submarinas que, tras varios años al frente de su empresa, Lites, ha decidido embarcarse en este proyecto de gran complejidad técnica.

En una entrevista, Michiels defendió que «Bélgica es un lugar ideal para hacer películas», con considerables ventajas fiscales para los productores internacionales, y que, «aunque no lo parezca, hay un gran mercado para las producciones acuáticas».

Prueba de ello es que cinco meses antes de su inauguración -prevista el 2 de enero- esta nueva «ciudad del cine» belga tiene apalabradas 20 producciones con escenas submarinas, de Estados Unidos, Canadá y Europa, ninguna de ella española, aseguró el camarógrafo.

Lites cuenta para el proyecto con un socio privado y con el banco BNP Paribas. El proyecto tendrá tres estudios, dos de ellos pensados para rodar escenas acuáticas, de 1.200 y 1.700 metros cuadrados; el más ambicioso tiene una fosa de nueve metros de profundidad con capacidad para «seis millones de litros de agua climatizada», explicó.

Naufragios, inundaciones, tormentas salvajes o escenas «casi siempre dramáticas», reconoció, desde ahogamientos a batallas navales, se podrán rodar en este recinto.

En la gran fosa de agua los cineastas podrán recrear tramas de gran complejidad técnica gracias a la posibilidad de instalar toboganes con capacidad para canalizar hasta 18 toneladas de agua o recrear olas gigantes, «algo más difícil de filmar en estudios exteriores», defendió el impulsor del proyecto.

«Tenemos la posibilidad de incluir muchos efectos especiales en este estudio, lo que supone que el tiempo de producción será mucho más corto. Al poder incluir muchos efectos antes de la postproducción 'se abaratan el coste y la energía», destacó.

Ante los riesgos financieros a los que se enfrenta un estudio de cine, afirmó que han apostado por un complejo solo de tres estudios «más modesto, que permitirá rodar hasta tres películas», al tiempo que defendió que el auge de las plataformas bajo demanda son «indudablemente una gran nueva oportunidad para el sector».

«Técnicamente, será el estudio más avanzado de Europa», aseguró el belga. Con un precio de 36.000 euros para una semana de rodaje, la temperatura del agua en este estudio estará a treinta grados, «el mínimo para que los actores puedan trabajar sin neopreno», afirmó.