En lo cotidiano (el humo que desprende un cigarrillo electrónico), lo festivo (el humo de una Hoguera recién calcinada) y lo romántico (el humo de una traca a la salida de los novios de una iglesia). El humo, el sentido del humo, es precisamente la temática que teje la serie «Smoke» del alicantino Alberto Verdú, que le ha valido su nominación y selección en el London Street Photography Festival. Un certamen prestigioso de la conocida como fotografía social o de calle, en el que Verdú es el único profesional español que ha logrado una nominación dentro de esta serie denominada «Smoke» que juega con estampas de celebración y urbanas en blanco y negro.
«Todo empezó cuando trabajaba unas imágenes en los Enfarinats de Ibi, porque de allí me llevé unas fotos todas llenas de humo que me hicieron pensar en la serie. Después, tomé otras de gente fumando en la calle o en el metro, incluso busqué fiestas en España que tuvieran como característica principal el humo. Aunque también he atendido a otras contradicciones como la traca de una boda... digamos que son unas estampas festivo-cotidianas», comenta el alicantino Alberto Verdú, quien no parte de una idea establecida en sus proyectos sino, más bien, esa selección se produce a partir de las conexiones que surgen del resultado posterior.
«Cuando salgo a la calle, todo es visceral. No me fijo en nada y todo sale de dentro. Después, cuando realizo la edición, es cuando veo que hay conexiones que hay entre las fotos y los proyectos. Y es así porque la calle es eso, visceral, está constantemente en movimiento, y si lo piensas se va, es un trabajo más de corazón que de mente, y hay que actuar con rapidez», indica.
En este sentido, para Alberto Verdú, la clave de la buena recepción de la serie «Smoke» en Londres ha sido por el «contraste» que ejercen las instantáneas, el simbolismo que aprisionan estas estampas «de fiestas patronales y rurales», que cuando «se exportan fuera, adquieren un efecto muy fuerte, un atractivo al que nosotros no solemos darle importancia».
Por ello, quizás por este componente, Verdú se inclinó por el blanco y negro, «que aporta un carácter onírico, de ensoñación», sobre las que solo ha dado pequeños contrastes «porque el concurso prohibía cualquier retoque». «Cosa que veo bien porque así vamos todos con las mismas ventajas», apunta.
Alberto Verdú es el único finalista español del London Street Photography Festival y, aunque considera muy difícil aspirar al premio final, su nominación y selección sabe a premio «ya que compiten los mejores del mundo».
