La Asociación de Medios de Información (AMI) expresó ayer su «más contundente rechazo» hacia los paros realizados por los transportistas autónomos contratados por el grupo Boyacá para prestar el servicio de reparto de prensa y revistas en la Comunidad de Madrid.

La AMI condena «de forma enérgica» la violencia ejercida por los repartidores de prensa para impedir la distribución a los puntos de venta y lamenta «el grave perjuicio que genera tanto al sector como a la sociedad civil».

«El incumplimiento de los contratos vigentes por parte de los repartidores de prensa priva de toda legitimidad a sus reivindicaciones y, en ningún caso, puede ser una vía para resolver un conflicto empresarial si se aplica de forma coercitiva, se cercena además el trabajo realizado por los medios de comunicación impresos y se vulnera, de forma flagrante, el derecho de los ciudadanos a acceder a la información», señala la AMI en un comunicado. «Resulta inaceptable que, ante el inminente vencimiento de los contratos vigentes, los transportistas pretendan imponer por la fuerza, la amenaza, la intimidación y medios ajenos al estado de derecho un nuevo contrato en condiciones privilegiadas. AMI recuerda que la libertad de información, pilar básico de toda democracia, constituye un derecho constitucional que ha de respetarse y garantizarse en cualquier circunstancia», añade la Asociación de Medios de Información en el mismo escrito.

Incidentes

Fuentes de la Policía Nacional señalaron ayer que durante el fin de semana la huelga de los repartidores provocó incidentes con intimidación en algunos puntos de distribución entre trabajadores que secundan la protesta y los que no la apoyan. En concreto, la Policía detuvo a tres personas por ejercer acciones de intimidación a un repartidor.