P Vino a Alicante al Centro de Estudios de Ciudad de la Luz como realizador, luego para participar en el Máster en Arte Dramático Aplicado de la UA como vicepresidente de la Academia de Cine y ahora como presidente. A ver si la próxima viene como ministro.

R No, no creo (risas). Hay un ministro nuevo que está muy bien. Tendremos pronto una reunión. Soy optimista, la aptitud es buena y es un buen gestor cultural, que entiende la importancia del cine para la sociedad.

P ¿Cómo se encuentra en su papel de presidente de la Academia de Cine?

R La Academia es una institución que aglutina el mayor número de personas del sector, entonces es un lugar lleno de energía, de comunidad, de energía creativa en el que la gente está porque quiere estar, y es algo muy ilusionante. Estas cosas se hacen, al menos en mi caso, para devolver al cine lo que ya te ha dado.

P Esta aventura la empezó con la recientemente fallecida Yvonne Blake como presidenta.

R Yvonne era una mujer extraordinaria, apasionada, libre, valiente, era una gran trabajadora llena de talento, excelente compañera y además era muy divertida.

P ¿Qué puede hacer Mariano Barroso por el cine desde la Academia?

R Mi obsesión es conseguir que la Academia sea un lugar de referencia para toda la gente que hace cine en este país, actores, técnicos, guionistas, directores... un lugar en el que entren todos. En un país y un tiempo en el que estamos tan escasos de referentes, la Academia es un lugar de encuentro, de creación y que debe impulsar el debate. Mi empeño es que cada vez sea un lugar más abierto.

P Dígame algo positivo del cine español y algo negativo.

R Positivas hay muchas cosas, sobre todo que hay una gran cantidad de gente talentosa y convencida de que sabe hacer las cosas. Y eso lo convierte en una de las cinematografías más importantes del mundo. Negativo, sí, hay una cosa que me parece obvia y es que no nos lo acabamos de creer. El hecho de que a veces tenga algunos detractores no quiere decir que no lo seamos sino simplemente que hay algunas personas que lo dicen. También que tenemos que hacer buenas películas, que parece poco, pero es complicadísimo.

P El IVA del cine dice adiós.

R El IVA ya se ha puesto en su sitio y en consecuencia ha bajado el precio de las entradas. Tal como se comprometieron los exhibidores ha repercutido en el bolsillo del espectador, eso es fantástico. El cine español es una industria estratégica, aspiramos a un pacto de Estado de manera que el cine quede por encima de la lucha partidista. Forma parte de la riqueza del país como lo es la literatura, la música, la danza o la literatura.El cine se usa como arma arrojadiza entre los partidos políticos. El hecho de que se opine una cosa no da derecho a ningún partido a tomar represalias.

P El día de mañana es el título de su serie en Movistar+. ¿Qué ha supuesto las nuevas plataformas televisivas para el mundo del cine?

R Estamos en pleno debate porque hay una nueva forma no solo de producción sino de consumo. Es un tipo de espectador de cine que se había quedado huérfano en las salas porque en general la exhibición tiende a programar para un público más joven.

P Dígame si por fin vamos a encontrar la fórmula mágica para la gala de los Goya.

R De momento, este año hemos empezado a prepararla con mucho tiempo; hemos cerrado los presentadores, Buenafuente y Silvia Abril, y vamos a hacer la gala en Sevilla. Sabes que con las galas de los Goya pasa lo mismo que con los equipos de fútbol. Cada uno tenemos en la cabeza la gala ideal y el equipo de fútbol ideal, pero por supuesto la gala y los Goya estan por encima de todos nosotros y por encima del cine, son una referencia de la industria y de la opinión publica. Saldrá mejor o peor, pero es una gala viva y no conozco a nadie que no quiera ganar un Goya.

P ¿España necesita un MeToo?

R En la última gala de los Goya fue un movimiento que se destacó totalmente. Pero no creo que sea algo exclusivo del cine. Como el cine es muy notorio pues cualquier movimiento destaca más, pero todo necesita el MeToo.