n Todo listo bajo la gran carpa del Circo del Sol para que el espectáculo comience mañana. El recinto ferial de Rabasa acoge la pequeña ciudad efímera en que este proyecto artístico convierte cada espacio en el que se instala. Es la tercera vez que la compañía canadiense viene a Alicante. En 2008 fue Quidam y en 2011 Corteo. El turno ahora es para Totem, que llega para quedarse hasta el 19 de agosto en la ciudad, después de haber recorrido medio mundo y ser visto por más de 5 millones de espectadores.

Con este espectáculo, el Circo del Sol afronta el reto de contar la historia de la humanidad, la evolución, lo que une a los seres humanos a otras especies. Y para ello, el uso de escenografías espectaculares es infinito, con maquillajes exóticos, trajes de gran creatividad y proyecciones que van cambiando en tiempo real.

Un total de 46 artistas, además de un centenar de técnicos, participan en este montaje que gira en torno a un esqueleto gigante de tortuga que pesa 1.225 kilogramos, con el que se quiere representar el entorno de un pantano, que funciona como superficie de proyección para las imágenes.

Como curiosidad, las fotografías tomadas en 2009 por el fundador del Circo del Sol, Guy Laliberté, durante su Poetic Social Mission en la Estación Espacial Internacional, se han integrado en el espectáculo.

El complejo de esta compañía instalado en Alicante incluye cocinas, escuela, sala de descanso, gimnasio, lavandería, comedor, duchas, aseos y, por supuesto, el área donde cada día se retoca el vestuario, integrado por 750 piezas, después de la función para que esté en perfectas condiciones y donde los artistas se maquillan durante horas, alrededor de tres cuando ya son expertos.