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Del cáncer al humor

Raúl García, del área cultural de la Universidad de Alicante, crea un monólogo a partir de su propia experiencia con la enfermedad, que resulta premiado en la Muestra-Maratón «Sol@ ante el peligro»

Del cáncer al humor

Raúl García entiende el chiste y el humor como un antídoto contra la tragedia y la pesadumbre. Por eso, cuando le diagnosticaron cáncer, optó por esta vía para comunicar a su familia, amigos y gente más allegada la «triste» noticia, sin dramas ni medias tintas, sin más cargas de las debidamente necesarias, puesto que el humor «te ayuda a desactivar todos los miedos».

«El humor negro empieza por uno mismo, porque en mi caso yo es que no tengo nada más que hacer. Los que me tienen que curar son los médicos, no sirve para nada ver por internet qué me pasa, no tengo los conocimientos ni me voy a poner a estudiar Medicina... el trabajo del médico, pues, está claro, y lo único que tengo que hacer yo es llevarlo bien, mantenerme activo pese a la baja laboral, sobre todo con el avance de la enfermedad, tengo que estar animado y ahí entra el buen humor, reírse, aunque algunas de las bromas sean bestias, porque igual me muero... pero es que al final nos vamos a morir todos», comenta.

De este modo, Raúl García, del área cultural de la Universidad de Alicante, comienza entonces a trazar un guión que aborda sin tapujos ni artificios las sesiones de quimioterapia, las situaciones que se producen cuando te encuentras con un amigo o conocido por la calle y, sin más, le sueltas que tu cuerpo se está deteriorando por causa del cáncer. También se cuelan en el relato la mirada fija de los perros policía por la alta toxicología de un cuerpo sometido constantemente a medicamentos y «drogas». Todo, eso sí, aderezado de humor, de desnaturalización de la enfermedad, con ingenio, ironía y altas dosis de sarcasmo.

El monólogo de Raúl García, «De lo tuyo, ¿bien?», alcanzó la final de la Muestra-Maratón «Sol@ ante el peligro» organizado por Clan Cabaret y la Universidad de Alicante, y obtuvo el premio «Mejor Texto» y el de tercera «mejor actuación».

En cualquier caso, más allá de los galardones, lo más revelador del vídeo que está disponible en Youtube es sin duda los significados que envuelven los silencios del público en la sala, rotos por los aplausos y las risas. La mayor recompensa para un autor novel que, consciente de su «desafío personal», se abrazó a los suyos al término de su actuación y rompió a llorar.

«Había comprendido que el cáncer no tenía que ser un drama las 24 horas del día», indica García respecto a este relato creativo que le aportó ciertas claves con las que «aliviar la carga de la enfermedad», como la suya propia y la de su propia familia y gente más cercana.

«El chiste relaja, y cuando lo hacía me percataba que muchos amigos me miraban a los ojos cuando antes me apartaban la mirada al hablar del cáncer, porque hay amigos y gente que lo pasa verdaderamente mal», agrega.

«Mucha gente no se lo creía... '¡no pensaba que me podías hacer reír!', me comentaban muchos. También puedo decirte que ha sido muy bonito cuando he mostrado el monólogo a las enfermeras que trabajan en el centro de oncología del hospital, algunas con una amplia experiencia, no sin cierto reparo por si pensaban que era demasiado frívolo... pero les ha gustado mucho, porque a ellas les da rabia también que se hable del cáncer como una 'larga enfermedad', porque cuando se borra la palabra cáncer, también se está borrando todo el dinero y la investigación y personal que hay detrás», reflexiona el gestor cultural alicantino en alusión al tabú que rodea en ciertas ocasiones el cáncer.

Pero llegados a este punto... ¿hasta qué extremo humor y dolor son compatibles en un terreno tan sensitivo como este? «Bueno, entiendo que haya gente que lo vea y le moleste, porque el tratamiento le duele y no le hace ni puta gracia. A mí me ha venido bien, al menos ahora lo veo así, aunque puede que dentro de dos años tenga una situación más dramática y no me haga ni pizca de gracia», apunta García quien añade también que «entiendo que no todas las situaciones son iguales, que si tienes hijos, que si estás casado, que si duele... pero los miedos hay que desactivarlos».

El monólogo «De lo tuyo, ¿bien?» aprisiona además un registro ampliamente crítico con las pseudociencias (que también el ministro Pedro Duque ha atacado públicamente) ya que, a partir de su propia experiencia personal, Raúl García también detectó acciones que ni mucho menos le gustaron. «Este tipo de alternativas son una estafa y una pérdida de tiempo. No curan y se aprovechan de la gente. Y me da mucha rabia cuando tenemos una sanidad pública increíble con unos avances salvajes. Y luego te ofrecen ungüentos y cosas similares que no están avaladas, aprovechándose de la buena fe de la gente, de su esperanza, ilusión y dinero», afirma.

En el transcurso del concurso y las buenas sensaciones por el premio al texto del monólogo, a Raúl García le comunicaron hace unos días que en su cuerpo ya no hay rastro del cáncer. Los bultos del cuello han desaparecido, y se pasa de la «quimio» a la radioterapia para la recta final. La mejor noticia para un gestor cultural que encontró en el humor su propia alegría.

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