No hay cansancio. Solo pasión y buena música. Ese es su lema. Quedaban un par de horas para plantarle cara al primer escenario. No había tiempo para pensar en las 34 horas de autobús que separan Alicante y Viena, ni en las dos noches burlando al sueño en la butaca del autocar, ni siquiera en la responsabilidad. Esto va de sueños, pero de los otros, de los que se buscan y se consiguen a base de tesón y amor. En este caso amor a la música.

Los protagonistas de esta historia son los 80 músicos de la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante (OJPA) y de otros tantos de su sección de Aspirantes. También de sus directores, Francisco Maestre y Juan Miguel Antón. Y de muchas familias que están siempre ahí, y también aquí, en Viena, donde ese sueño se hace realidad.

El Festival Internacional de Orquestas Jóvenes Summa Cum Laude de la capital austríaca es el objetivo. La OJPA, con músicos de entre 14 y 26 años, ya ha sido triunfadora en dos ocasiones. Los Aspirantes, con niños de 8 a 14 años, quedaron terceros hace dos años. Y vuelta a empezar. Nueva cita en Viena con el arma de la música para luchar contra más de veinte agrupaciones de todo el mundo. Ambos calentaron motores ayer en la Sala Muth, donde ensayan los Niños Cantores de Viena. Antes, los mayores sorprendieron en el Palacio de Schönbrunn, el de Sissí, con un «flashmob». Después, los pequeños hicieron disfrutar de la música con un concierto al aire libre en el Prater, el espectacular parque de atracciones vienés.

Entre medias, unos hablan de música, de la carrera, leen, otros encuentran la primera pandilla, juegan al escondite o se calzan sus primero tacones. La edad les separa, pero les une la música, un hilo sólido que atrapa por igual a los de 8 años y a los de 25. Cuando la música empieza a sonar, la responsabilidad, la entrega, es igual para todos.

De ello se encargan los dos directores de estas formaciones, que saben que solo esa pasión hace que merezca la pena el sacrificio de todo un año, de largos ensayos los fines de semana en el ADDA, de prácticas interminables hasta que duelen los dedos o las manos o la boca. De muchos kilómetros para llegar desde localidades de toda la provincia a cada ensayo.

Y hoy, la OJPA y los Aspirantes afrontan el día decisivo, la competición del festival. Se lo juegan todo en uno de los escenarios más emblemáticos del mundo, la Sala Dorada del Musikverein, donde se celebra el tradicional concierto de Año Nuevo. Los Aspirantes primero, con Juan Miguel Antón, que ayer por la noche daba los últimos consejos, transmitía ánimos y derrochaba entusiasmo y optimismo a estos niños capaces de darlo todo, pese a lo impresionante del reto. Después la OJPA con Francisco Maestre, dispuestos a no bajar la guardia.

Ganar es posible. Esta tarde lo sabrán. Aunque todos ellos ya son ganadores.