Lo que no se conoce no se valora y además lleva a interpretaciones erróneas. El documental se ha convertido en un género indispensable para poder acercar temas pasados a la actualidad y para ahondar en hechos que ocurren en estos momentos. Pilar Pérez Solano hizo lo primero con Las maestras de la República, Goya a mejor película documental Las maestras de la Repúblicaen 2013, y ahora está haciendo lo segundo con el rodaje de un trabajo sobre la Vega Baja.
¿Pero por qué un documental sobre esta comarca? La respuesta es sencilla. «Se trata de tender puentes; yo tengo mucha familia en la Vega Baja pero hay mucha distancia física con València y hay que mejorar las relaciones». Así enfoca la cineasta y presidenta del Consejo de Administración de Ciudad de la Luz este documental, iniciativa de Presidencia de la Generalitat Valenciana, que salió a concurso público a través de la Sociedad Proyectos Temáticos.
El rodaje finaliza esta misma semana, después de haber entrevistado a personalidades como Gil Olcina, Gregorio Canales, José Carlos Rovira, Jesucristo Riquelme, Clara García Mayor o Joaquín Melgarejo, entre otros muchos. También a asociaciones de mujeres, agrupaciones musicales, representantes de la Asociación Gola de Guardamar, del Museo del Cáñamo de Callosa de Segura o del parque de las Lagunas de Torrevieja.
«El documental -asegura la realizadora- pretende divulgar su historia y su patrimonio artístico y cultura, tanto material como inmaterial, para descubrir y entender la realidad de esta comarca al gran público, destacando los valores que la convierten en un lugar con cultura propia que tiene mucho que aportar al conjunto de la Comunidad».
La lejanía con València y el hecho de estar en territorio fronterizo con Murcia marca una idiosincrasia particular y «a veces» un problema identitario. «Esta comarca es una gran desconocida y tratamos de recoger toda esta historia que incluso la mayoría de los habitantes de la comarca actual desconocen».
Por eso uno de los aspectos más destacados del documental, que la también guionista espera poder estrenar en septiembre, es tener puentes hacia València y «ver la relación histórica con el entonces Reino de València que era diferente a la actualidad». En este sentido, Pérez Solano pone como ejemplo el hecho de que los documentos más antiguos de Orihuela «están escritos en catalán y todo el mundo lo hablaba, desde la conquista de Jaume II hasta el siglo XVIII, y sin embargo ahora la lengua se ve como un tema de confrontación política y no como patrimonio histórico a recuperar».
El documental recoge los momentos de más esplendor de la comarca, «cuando Orihuela llegó a ser capital de una de las gobernaciones más importantes del antiguo Reino de València». También hace referencia a la importancia que tuvo el cáñamo en Callosa de Segura, de espacios como el Colegio Santo Domingo. «Estamos hablando de un gran patrimonio histórico y social, de las mujeres en la comarca, de la música, y también de la actualidad, del turismo, del agua, de la agricultura».
La experiencia de Las maestras de la República ha servido a la directora para ver el alcance de estos documentales. «Tiene que servir para que la gente conozca más esta comarca igual que las Maestras sirvió tanto para que la gente esté hablando del tema y darlo a conocer».
Además, destaca la cineasta, «quizás nos ayude a conocernos mejor a nosotros mismos y hacer también que los demás nos conozcan». De hecho, la respuesta de la gente está siendo «muy positiva». «Me ha sorprendido que la gente de la comarca tiene muchas ganas de hablar de su territorio y de su historia para darlo a conocer, para darle valor, porque creen que la Vega Baja puede aportar mucho».
