El legado de García Lorca fue trasladado el viernes dede la Residencia de Estudiantes a su Granada natal. Ahora solo falta que trasladen el cuerpo...
Federico reposa en los corazones de sus lectores de todo el mundo, pero sus restos junto al de miles de desaparecidos merecen otro lugar bajo mi humilde opinión.
Dice que sumergirse en la profundidad de la obra de Lorca ha supuesto «un antes y un después» en su manera de entender la vida. ¿Qué tiene la poesía de este autor para tener ese efecto catártico?
Su persona misma, un ser de luz que amaba la tierra, la naturaleza, al ser humano, al desfavorecido, sentía una necesidad imperiosa de cambiar el mundo desde el amor y la cultura. Eso me ha removido las entrañas y mi deseo de construir un mundo mejor. Hoy día va más allá del simple deseo, me ha hecho tomar acción y ahora me obsesiona que la casa de Vicente Aleixandre, donde se daban cita todos los poetas de su generación, sea declarada Bien de Interés Cultural. No voy a parar hasta que eso se consiga y este país recupere la memoria y uno de sus tesoros artísticos más preciados.
Resultado de ese «bucear» ha sido el disco Enlorquecido , con el que hoy viene a Alicante y en el que también se ha lanzado a hacer la música con Amargós. ¿Cómo ha sido la experiencia de musicar al poeta?
Tomé ese compromiso porque era mi deber con Federico, hacer mi propia selección y todos los bocetos musicales. Era un reto, pero el viaje ha sido un aprendizaje continuo y más que enriquecedor. Junto a otros músicos que me ayudaron y los arreglos del genial Joan Albert Amargós hemos trazado un viaje musical por los más de mil Federicos que existen.
¿Lorca es flamenco o lo ha hecho flamenco?
Lorca es la vida incluso después de la muerte, y en ella existe el amor por las músicas de raíz como el flamenco. El se interesó por todas las músicas populares y sin complejo las divulgaba allá donde iba. El flamenco le debe mucho a Federico.
¿Cree que a él le gustaría?
¡Ojalá! Otra de mis obsesiones ha sido y es la de no defraudarlo.
También ha cantado los versos de otro gran poeta, alicantino, Miguel Hernández.
Sí, en el concierto queremos que el genial poeta de Orihuela esté presente a través de la música y vuelva a convivir con Federico. Hay una carta preciosa que Lorca envía a Hernández, y aunque les podían separar algunas cuestiones en lo personal, les unía la poesía.
¿Quién es el «culpable» de que el flamenco se haya convertido en una música moderna, que llega a jóvenes y mayores?
No sé si es una música moderna pero desde luego a mí me llena de alegría y de esperanza ver a tantos compañeros jóvenes haciendo flamenco de altísimo nivel y con las agendas llenas de conciertos y recitales. Son un tesoro cultural de gran valor.
Desde que un jovencísimo Miguel Poveda empezó hasta hoy, ¿cómo ha evolucionado su música, su carrera?
Ha ido poco a poco, desde abajo, pasando por todas las fases que creo son necesarias para un artista. No tendré vida suficiente para agradecer a las peñas flamencas, los tablaos, los concursos... todo ello me ha hecho valorar algunos de los logros porque ha sido a base de constancia.
Ha creado su propio sello discográfico. ¿No se fía de ese mercadeo?
Yo confío en lo que pasa en mi casa y en quien quiere a la persona y además admira al artista. Aunque sea más costoso prefiero una barca pequeña llena de ilusión a un trasatlántico vacío de amor verdadero por la música y el arte.
Los hay que critican la «modernización», la fusión, la mezcla, el crecimiento del flamenco por nuevas rutas. De hecho, gente como el genial Morente tuvo que soportar críticas de los más radicales. ¿Qué les diría?
Hay que aceptar las críticas que vienen desde el respeto, estés de acuerdo o no, pero también hay que dejar que el artista se sienta libre para mostrar su personalidad y ser paciente en su búsqueda. Después el tiempo dirá si se sostiene o no.
Defiende esos vasos comunicantes en la vida social y política. ¿Lo ve también así en Cataluña?
Lo veo en el mundo entero, estoy seguro de que a pesar de las diferencias podemos encontrar puntos que nos unen.
No es independentista pero considera que el Estado ha sido duro con Cataluña. ¿Por qué cuesta entender esa postura?
Yo lo que quiero decir es que la dureza la aplicaría más a los asesinos, violadores y ladrones del calibre de los que hemos visto en los últimos años... pero no soy ni juez ni abogado, solo quiero empatizar con todo el mundo, escucharles, comprenderles y aprender. El diálogo es necesario y fundamental.
¿ Cree que se nos quiere llevar a un extremo o a otro donde el diálogo es complicado?
Creo que es importante volver a recuperar la calma, tomar aire y empezar de nuevo desde un lugar más dialogante.
¿Hay esperanza para el diálogo, para que la cultura se valore como una inversión social y no económica, para que la música forme parte de la educación?
No hay que perder la esperanza, pero también hay que movilizarse y zarandear las conciencias de los que tienen responsabilidades. La cultura nos hará mejores personas, a nuestros hijos, nietos... Supongo que los políticos querrán eso para los suyos ¿no?
